
David Stebbins decidió modificar de manera “unilateral los términos” de su servicio Xbox Live enviando una notificación a Microsoft. Según el denunciante, la compañía debía rechazar este cambio en un plazo de diez días, lo cual no ocurrió. Por ello entiende que la modificación en el contrato fue aceptada.
La argumentación de la denuncia de Stebbins tiene su origen en que esta es la estrategia que utilizan las empresas normalmente para notificar los cambios contractuales, que si no se responde, se dan por asumidos.
Dos días después de que venciera el plazo de reclamación por parte de Microsoft, el usuario de Xbox Live demandó a la compañía reclamando 500.000 millones de dólares. El demandante alega que, en la notificación enviada, avisaba de que, si la empresa no respondía en 24 horas, éste ganaría.
Por otro lado, Microsoft expone en su contrato que no se pagará por daños ninguna cantidad superior a la equivalente a un mes de cuota, es decir, no más de 5 euros, aproximadamente. Sin embargo, ningún apartado del mismo especifica que el usuario no pueda modificar unilateralmente el contrato.