"Los hombres que tuvieron padres sobreprotectores tienen un 12 % más de riesgo de morir antes de los 80 años. Las mujeres con padres sobreprotectores tienen un 22 % más de probabilidades de morir antes de cumplir los 80 años. Para los hombres criados por padres solteros, su riesgo de muerte antes de los 80 años era un 179% mayor que los criados por dos padres."
Los hombres que tuvieron un padre sobreprotector y poca autonomía durante la infancia pueden correr un 12% más de riesgo de morir antes de los 80 años. En el caso de las mujeres que tuvieron un padre sobreprotector, el riesgo de morir antes de los 80 años puede aumentar un 22%.Por otro lado, para las mujeres que fueron bien cuidadas por su madre durante la infancia, el riesgo puede disminuir en un 14%.Curiosamente, la investigación también mostró que los hombres que vivieron con un solo padre en la infancia tenían un 179 % más de riesgo de morir antes de cumplir 80 años.
Estos son algunos de los hallazgos de un estudio que involucró el análisis de datos de 941 participantes en el Estudio Longitudinal Inglés del Envejecimiento (ELSA) que murieron entre 2007 y 2018 (445 mujeres y 496 hombres).
Un artículo sobre el estudio se publica en la revista Scientific Reports . Los autores son investigadores de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) en Brasil y del University College London (UCL) en el Reino Unido.
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Los participantes incluidos en la muestra del estudio nacieron en las décadas de 1950 y 1960. “Los resultados de nuestro análisis se refieren a personas que ahora serían ancianas y no necesariamente serían las mismas para las generaciones posteriores”, dijo Tiago Silva Alexandre, último autor del artículo. Alexandre es profesor de gerontología en la UFSCar.
Los investigadores analizaron las respuestas de los participantes a cuestionarios sobre muchos aspectos de sus vidas, incluida la estructura familiar, la vivienda, la ocupación del jefe de hogar, la presencia de enfermedades infecciosas y las relaciones con los padres en la infancia y la adolescencia, especialmente el cuidado y la protección. Buscaron correlaciones entre estos elementos para estimar el impacto de las relaciones parentales en la longevidad.
“Lo más interesante de nuestro estudio es que pudimos mostrar en números lo que se ha discutido sobre la crianza de los hijos durante muchos años. Las relaciones cariñosas y amorosas con tu padre y tu madre durante la infancia tienen repercusiones para el resto de tu vida. En particular, nuestros hallazgos muestran cómo afectan la longevidad”, dijo Alexandre. “La política pública debe apoyar mejores condiciones durante la infancia para que las personas disfruten de la vejez”.
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La investigación sobre las secuelas psicológicas de las relaciones entre padres e hijos ha demostrado que el autoritarismo, la permisividad y la negligencia pueden ser negativos para el desarrollo de los niños.
“Es mejor el camino medio, evitando tanto el entrometimiento, que impide que los niños sean autónomos, como la negligencia o la distancia emocional. Lo que llamamos cuidado en el artículo es una cuestión de no descuidar sino estar presente y cuidar sin sobreproteger”, dijo Aline Fernanda de Souza Canelada, primera autora del artículo. Participó en el estudio para su investigación de maestría.
El estudio es el primero en investigar cómo la ausencia de un padre o las relaciones parentales deficientes pueden reducir la longevidad.
“Los niños necesitan el cuidado y el apoyo de los padres, pero no la intrusión, que priva al niño de la autonomía. La investigación en psicología muestra que este tipo de relación también es débil, porque el niño tiene miedo de los padres y conduce a varios problemas, incluidos hábitos poco saludables, y algunos estudios muestran un mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, así como salud mental. dificultades como el estrés, que se correlaciona estrechamente con la reducción de la longevidad”, dijo Canelada.
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De manera similar, el menor riesgo para las mujeres que fueron bien cuidadas por su madre puede estar asociado con un bajo nivel de estrés durante la niñez (y por lo tanto en la edad adulta). Según los resultados del estudio, solo importaba el cuidado materno; las relaciones paternas no se consideraban cruciales.
“Sabemos por estudios en el área de la psicología que todos estos fenómenos relacionados con las relaciones parentales afectan el comportamiento. Hay una teoría que relaciona esto con el estrés. Los niños desatendidos pueden experimentar niveles más altos de estrés más adelante en la vida debido a las repercusiones de este descuido temprano, y aumenta la probabilidad de enfermedad”, dijo Alexandre.
Los investigadores analizaron la mortalidad prematura independientemente de la mala salud y la edad. “Sería incorrecto atribuir el mayor riesgo de muerte prematura a un evento pasado sin considerar la presencia de enfermedades y problemas en la vejez. Por lo tanto, controlamos por esas variables y analizamos las correlaciones entre los factores presentes en la infancia de un sujeto con la mortalidad prematura, independientemente de su salud en la vejez”, dijo.
Generación de posguerra
Aunque el estudio se centró en lo que le sucedió a la generación del “baby boom” nacida después de la Segunda Guerra Mundial, los investigadores creen que no es posible estar seguros de que la experiencia de las generaciones más recientes sea muy diferente.
“Sabemos que los padres ahora sobreprotegen a sus hijos de manera diferente, y esto también puede tener un impacto. Es un tipo diferente de relación, pero también tiene sus fragilidades”, dijo Alexandre, citando el ejemplo de los niños que viven con un solo padre. El estudio apuntó a un riesgo 179% mayor de morir antes de los 80 años para los participantes masculinos que vivían con un solo padre cuando eran niños.
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“En este caso, los factores culturales y sociales pueden haber tenido un efecto más significativo que ahora. Tener padres separados se veía de manera diferente en el pasado y podía ser particularmente difícil para los niños varones. No podemos saber cómo funcionaría esto ahora, dada la sociedad que tenemos, pero fue muy pesado para los hombres nacidos en las décadas de 1950 y 1960, según muestra el estudio”, dijo.
El estudio también señaló una diferencia entre géneros en términos del impacto en la longevidad de la ausencia de los padres o las relaciones parentales negativas. Los padres sobreprotectores afectaron la esperanza de vida de las niñas más que los niños varones, y la presencia de una madre tuvo un efecto positivo solo en las de las niñas.
Créditos: neurosciencenews.com
