La anemia se produce cuando la sangre tiene un número reducido de glóbulos rojos, lo que dificulta el transporte de oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Las personas que padecen cáncer, una enfermedad autoinmune o menstruaciones abundantes tienen un mayor riesgo de desarrollar anemia.
Normalmente, el tratamiento de la anemia consiste en tomar suplementos o medicamentos que ayuden a la sangre a desarrollar más glóbulos rojos. Si la anemia es más grave, pueden ser necesarios fármacos intravenosos, una transfusión de sangre o incluso una intervención quirúrgica.
Existen varios tipos de anemia según la causa de la enfermedad, pero muchos de los síntomas son los mismos. Los síntomas más comunes de la anemia incluyen dolores de cabeza, cansancio o dificultad para respirar.
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Los síntomas pueden variar de leves a graves, dependiendo de la gravedad de la anemia y de la rapidez con que se desarrolle. En las primeras fases de la anemia, es posible que no presente ningún síntoma. A medida que la anemia progresa, los síntomas pueden empeorar si no se tratan.
Cansancio y fatiga extremos
Sentirse fatigado o cansado es el síntoma más común de la anemia ferropénica. Este síntoma también se asocia con la anemia aplásica y la anemia hemolítica.
Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo, que lo necesita para obtener energía. Cuando los niveles de glóbulos rojos son bajos, los tejidos y los músculos del organismo no reciben suficiente oxígeno ni energía.
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Además, el corazón trabaja más de lo normal para transportar por el organismo la sangre rica en oxígeno. La combinación de todos estos factores puede provocar cansancio y fatiga extremos.
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Piel pálida
Tener la piel pálida es común en todos los tipos de anemia. La palidez está relacionada con el flujo sanguíneo. Cuando el número de glóbulos rojos disminuye, menos sangre roja fluye hacia la superficie, lo que hace que la piel pierda algo de color.
La palidez de la piel es una de las primeras cosas que un profesional de la salud buscará al diagnosticar anemia.
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La palidez puede abarcar todo el cuerpo o limitarse a una zona concreta. Las personas con anemia pueden notar palidez especialmente en las uñas, las palmas de las manos y alrededor del revestimiento de los ojos.
Dolores de cabeza
Los dolores de cabeza, y a veces las migrañas, son comunes con múltiples tipos de anemia, pero la razón de esto todavía no está clara. Existen pruebas de que la carencia de hierro, la causa más común de anemia, puede ser la causa principal de los dolores de cabeza. Esto puede ser especialmente cierto en mujeres y niñas, y durante la menstruación.
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La anemia también se considera un factor de riesgo de la hipertensión intracraneal idiopática, un trastorno en el que el aumento de la presión alrededor del cerebro provoca dolores de cabeza, entre otros síntomas. Este trastorno relativamente poco frecuente suele afectar a mujeres adultas con obesidad.
Falta de aliento
Cuando los niveles de hemoglobina (una proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno) son bajos durante la anemia, los niveles de oxígeno también son bajos. En consecuencia, sus músculos y tejidos se ven privados de sangre rica en oxígeno.
Cuando esto ocurre, realizar actividades cotidianas normales, como caminar, subir escaleras o incluso hacer la cama, puede resultar más difícil. Puede sentir que le falta el aire y a veces marearse o aturdirse.
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Si le falta el aire de forma constante, es importante que acuda inmediatamente a un profesional sanitario. La falta de aire no sólo es un signo de anemia, sino que los problemas respiratorios también pueden ser un signo de otra enfermedad grave.
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Latidos irregulares o palpitaciones
La hemoglobina ayuda a transportar oxígeno por todo el cuerpo. Cuando se tiene anemia, los niveles bajos de hemoglobina pueden hacer que el corazón trabaje más para transportar el oxígeno.
Este esfuerzo adicional del corazón puede provocar latidos irregulares o la sensación de que el corazón late demasiado rápido o de forma anormal. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar esta conexión.
Cambios en las uñas, la piel y el cabello
La anemia puede causar una anomalía en las uñas llamada coiloniquia. Caracterizada por uñas delgadas, quebradizas y en forma de cuchara, esta afección se observa con frecuencia en la deficiencia crónica de hierro.
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La sequedad de la piel y la caída del cabello también pueden estar relacionadas con la anemia, ya que los bajos niveles de oxígeno pueden provocar sequedad y debilidad. Si padece anemia ferropénica, puede notar que su cabello no crece o que pierde más pelo de lo normal.
Si nota un cambio en las uñas, el pelo o la piel, es importante que hable con un profesional sanitario. Incluso si los cambios no están relacionados con la anemia, podrían ser un signo de otra afección médica.
Hinchazón o dolor en la lengua
A veces, el interior de la boca o la lengua presentan signos y síntomas de anemia. Por ejemplo, un estudio encontró que el 76% de las personas con anemia por deficiencia de hierro reportaron una sensación de ardor en la boca.
En el mismo estudio, las personas también reportaron inflamación y sequedad en la boca, así como una lengua lisa, pálida e hinchada. Otros síntomas potenciales asociados con la anemia incluyen úlceras en la boca y grietas rojas y doloridas en las comisuras de la boca.
Daños en los nervios
Si padece anemia perniciosa, causada por una deficiencia de vitamina B12, puede sufrir daños en los nervios. Este daño puede causar hormigueo y entumecimiento en las manos y los pies.
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El daño nervioso también puede provocar la pérdida de reflejos y debilidad muscular. Esto puede hacer que se sienta inestable, tenga problemas de equilibrio y le cueste caminar.
Síntomas de la anemia en niños
Los niños y los bebés pueden sufrir anemia ferropénica, ya que crecen rápidamente y necesitan más hierro. Llevar una dieta demasiado baja en hierro o consumir muchos productos lácteos, que pueden afectar a la absorción del hierro, puede provocar anemia.
Entre los signos de anemia en niños y lactantes se incluyen:
- Cansancio
- Falta de aliento
- Ansias inusuales de comer o disminución del apetito
- Irritabilidad
- Dolores de cabeza o mareos
- Lengua dolorida
- Palidez
- Ojos muy pálidos o azulados
- Uñas quebradizas
Cuándo acudir al médico
Si experimenta alguno de los síntomas anteriores, es importante que acuda a un profesional sanitario. Los casos de anemia leve a moderada suelen ser asintomáticos, por lo que incluso síntomas aparentemente leves como la fatiga y los dolores de cabeza pueden ser un signo de anemia más grave.
Si no se trata, la anemia puede provocar complicaciones graves, como la insuficiencia orgánica y el empeoramiento de otras afecciones, como las enfermedades cardiovasculares.
Las mujeres embarazadas también deben consultar a su médico sobre los síntomas relacionados con la anemia. Esta afección puede provocar un parto prematuro, bajo peso del bebé y un mayor riesgo de anemia en el bebé.
Un profesional sanitario puede ofrecerle un diagnóstico para confirmar si padece anemia u otro problema de salud. A partir de ahí, pueden determinar un plan de tratamiento adecuado para usted.
Un repaso rápido
La anemia es una afección en la que la sangre tiene un número reducido de glóbulos rojos. Dado que los glóbulos rojos transportan oxígeno, esto puede reducir la cantidad de oxígeno transportado desde los pulmones al resto del cuerpo.
Los síntomas de la anemia incluyen cansancio, palidez y dificultad para respirar. Algunas personas también pueden experimentar dolores de cabeza, palpitaciones y cambios en el cabello, la piel y las uñas.
Si experimenta algún síntoma de anemia, consulte a su médico. Puede confirmar si padece la enfermedad y ayudarle a recibir tratamiento.
