El estudio utilizó un modelo para calcular el impacto de los cambios en el estilo de vida sobre la esperanza de vida.
Cambiar de una dieta poco saludable a una saludable en la mediana edad podría añadir casi una década a la vida de una persona, sugiere un nuevo estudio publicado en Nature Food.
El estudio utilizó un modelo para estimar cómo los cambios en el estilo de vida podrían afectar a la esperanza de vida, analizando los datos de 467.354 participantes en el Biobanco del Reino Unido.
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Los resultados indicaron que las personas de 40 años que pasaran de una dieta poco saludable a otra asociada a la longevidad podrían ganar unos 10 años de esperanza de vida.
El estudio subrayó que cuanto antes se iniciaran las mejoras dietéticas, más significativas serían las ganancias en esperanza de vida, y que los cereales integrales, los frutos secos y las frutas desempeñaban un papel crucial.
Alimentos Claves
La Universidad de Bergen (Noruega) y la Universidad de Glasgow (Escocia) llevaron a cabo la investigación, destacando que una dieta asociada a la longevidad incluye un alto consumo de leche, lácteos, verduras, frutos secos y legumbres, junto con un consumo moderado de cereales integrales, fruta, pescado y carne blanca.
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También presenta un consumo relativamente bajo de huevos, carne roja y bebidas azucaradas, así como un consumo limitado de cereales refinados y carne procesada.
Este patrón dietético coincide con el de la dieta mediterránea, conocida por promover la salud en general haciendo hincapié en los alimentos integrales y restringiendo los productos procesados y azucarados.
Alimentos para que tengas más esperanza de vida
El estudio señalaba que los cereales integrales, los frutos secos y las frutas se asociaban a los aumentos más significativos de la esperanza de vida, mientras que las bebidas azucaradas y la carne procesada se relacionaban con tasas de mortalidad más elevadas.
Los investigadores reconocieron que sus hallazgos demostraban correlación, no causalidad, y ajustaron su modelo para tener en cuenta factores como el tabaquismo y el estatus socioeconómico.
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Sin embargo, señalaron que el Biobanco del Reino Unido no medía el consumo de arroz, un componente dietético esencial para muchos grupos de inmigrantes, y reconocieron como limitación la posible fluctuación de los patrones dietéticos a lo largo del tiempo.
El profesor Gunter Kunhle, científico especializado en nutrición de la Universidad de Reading, subrayó que los resultados coinciden con los datos existentes sobre dietas que contribuyen a una vida más larga y saludable.
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También destacó la importancia de promover una dieta sana y equilibrada a lo largo de la vida, aunque la transición de décadas de una dieta poco saludable a otra equilibrada puede resultar difícil.
