Un experimento de lo más interesante. Desde luego, nadie en su sano juicio se atrevería a beber un trago de una botella de Coca-Cola que lleve dos meses abierta. De hecho, cualquiera que haya probado un trago de este refresco que lleve un par de días en la nevera. Se pierde el gas y el sabor no es ni de lejos parecido al de una lata o botella de Coca-Cola recién abierta.
Hay muchos mitos y leyendas urbanas que rodea a este popular refresco, uno de los más consumidos en todo el mundo. Sus propiedades químicas son ciertamente fascinantes, y sigue desconociéndose el ingrediente secreto que ha hecho multimillonarios a los dueños y accionistas de Coca-Cola. Por ejemplo, ¿quién no se ha quedado fascinado al meter un caramelo Mentos en una botella de Coca-Cola y ver cómo explota? ¿Quién no se ha preguntado a qué carajo se deberá eso?
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Pero íbamos a otra cosa. ¿Qué le pasa a la Coca-Cola cuando pasa mucho tiempo abierta y sin beberse?, ¿se pudre?, ¿se puede seguir bebiendo? En teoría, poder se puede. Otra cosa es que el sabor no sea el más delicioso del mundo, ni mucho menos.
La Coca-Cola forma parte de lo que se conoce como bebidas carbonatadas. Y este tipo de bebidas, se supone, no caducan. Pese a que llevan una fecha de caducidad en su envase, es posible consumirlas incluso meses después de que esa fecha haya pasado. Es evidente que el gas se habrá perdido y la textura de la bebida no será muy agradable. Pero beber, se puede beber.
Fuente:www.que.es