Con motivo del Día Mundial de la Salud, celebrado ayer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los gobiernos de todos los países aplicar las políticas y prácticas necesarias para prevenir y contrarrestar la aparición de microorganismos resistentes a los antimicrobianos.
Con el lema "Combatamos la resistencia a los antimicrobianos: si no actuamos hoy, no habrá cura mañana" y en coordinación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), inició una campaña para aumentar la conciencia sobre tal resistencia y promover la formulación y ejecución de políticas que permitan contenerla.
Hombres y mujeres dependemos mucho de los antibióticos y de otros antimicrobianos para tratarnos y curarnos de infecciones o enfermedades catalogadas como mortales hace varios años, pero superables en la actualidad.
Sin embargo, la OMS señala que cuando aparece la farmacorresistencia o resistencia a los antimicrobianos, estos medicamentos dejan de ser eficaces.
En el Día Mundial de la Salud 2011 pidió un mayor compromiso, a fin de salvaguardar estas medicinas para las generaciones futuras.
"La resistencia a los antimicrobianos y su propagación mundial ponen en peligro la persistencia de la eficacia de muchos medicamentos utilizados hoy en el tratamiento de las enfermedades infecciosas", advierte la OMS.
Subraya que es un obstáculo importante para el éxito en el control de enfermedades transmisibles, incluidas la infección del VIH, la malaria y la tuberculosis, tres de las principales causas de mortalidad por enfermedades infecciosas en el mundo.
Este grave problema hace más difícil tratar las infecciones adquiridas en los hospitales, facilita la aparición de "superbacterias" resistentes a los principales antibióticos y crea la necesidad de tratamientos nuevos, más caros y más complejos.
Causan muerte
1 Las infecciones por microorganismos, sean bacterias, virus, hongos o parásitos resistentes a los antimicrobianos, pueden incluso causar la muerte del paciente infectado.
2 De no combatirse la resistencia a los antimicrobianos se corre el riesgo de que muchas enfermedades infecciosas se vuelvan incontrolables.