Uno de los motivos más comunes de consulta al ginecólogo y la causa más frecuente de anemias en mujeres, es el sangrado menstrual excesivo o menorragia. Por lo menos 1 de cada 4 mujeres refiere que alguna vez en su vida ha presentado un sangrado menstrual abundante que ha interferido con el desempeño de su actividad habitual. Hoy, este problema tiene solución.
Para la mujer, esta situación es desagradable y limita el desarrollo de sus actividades cotidianas. En ocasiones puede ser tan abundante que se ve en la necesidad de faltar al trabajo, estudios o actividades sociales, según afirma la Dra. Elena Calle, médico ginecóloga.
La menorragia afecta a entre 9 y 14% de las mujeres sanas y es la razón más frecuente por la cual acuden al médico. Esta condición es fácilmente detectable por la mujer, pues tiene la necesidad de utilizar doble protección sanitaria para controlar el flujo abundante, por ejemplo: uso de tampón y toalla sanitaria a la vez, el cambio de los dispositivos sanitarios cada hora, así como la necesidad de cambiar de protección sanitaria durante la noche.
Un problema con solución
No obstante, es el ginecólogo quien tras una correcta valoración individualizada del caso y tras determinar los posibles factores de riesgo, determine cuál es el tratamiento más recomendable.
Hasta hace poco, la solución para el sangrado excesivo era sólo la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía). Hoy en día existen nuevas alternativas menos irreversibles a disposición de médicos y pacientes.
La FDA (Food and Drug Administration), máxima autoridad estadounidense en salud, aprobó recientemente una nueva indicación para el endoceptivo con liberación de levonorgestrel: el tratamiento para el Sangrado Menstrual Abundante (menorragia) en mujeres que eligen utilizar anticoncepción intrauterina como método para el control de la fertilidad. Ésta es una opción no quirúrgica, efectiva para el tratamiento de Sangrado Menstrual Abundante, al tiempo que es el primer y único anticonceptivo aprobado en EU para tal indicación.
Este dispositivo libera una hormona directamente dentro de la matriz, ejerciendo un efecto local, lo que permite utilizar dosis muy bajas, con una elevada eficacia, evitando muchos de los efectos secundarios asociados con las hormonas.
En la mayoría de las mujeres, este dispositivo terapéutico no aumenta peso, no altera la tensión arterial y no interfiere con el funcionamiento de los ovarios que continúan produciendo con normalidad las hormonas que ejercen su efecto sobre el cuerpo. Con respecto al sangrado, produce una disminución del mismo de un 86% a los 3 meses de uso y un 97% al año. Este DIU hormonal que tiene una duración de 5 años, proporciona además una alta eficacia anticonceptiva comparable con la esterilización femenina (ligadura de trompas) pero con la ventaja de ser reversible.
Hoy en día la mujer tiene a su disposición diferentes tratamientos para el sangrado mensual abundante que van desde intervenciones quirúrgicas a nuevas alternativas menos invasivas como la aplicación de endoceptivos con liberación de levonorgestrel, que luego de una evaluación médica oportuna por el ginecólogo se podrá definir el método más conveniente a utilizar para cada caso en particular.