El sencillo y buen hábito de caminar podría prevenir un problema muy serio. Las mujeres que caminan dos o más horas por semana o caminan rápido podrían tener un riesgo marcadamente menor de sufrir un accidente cerebrovascular, concluyó un estudio realizado con cerca de 40.000 mujeres.
"La actividad física, incluyendo el caminar regularmente, es una conducta muy importante para la prevención de los accidentes cerebrovasculares", afirmó Jacob Sattelmair, de la Universidad de Harvard.
UNA DE LAS PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE
El accidente cerebrovascular se encuentra entre las principales causas de muerte y de incapacidad grave. Esta patología se presenta cuando la sangre no llega a alguna parte del cerebro. Como consecuencia, estas regiones del sistema nervioso dejan de recibir oxígeno y nutrientes. Si esta situación persiste más allá de algunos segundos, las células comienzan a sufrir daños y a morir. Por ese motivo, esta enfermedad constituya una emergencia médica.
Hay dos tipos de accidente cerebrovascular. Cuando un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo del cerebro se habla de un accidente cerebrovascular isquémico, pero si el flujo de sangre se ve impedido por el quiebre de un vaso entonces se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.
CAMINAR PARA LA SALUD
Los investigadores trabajaron con 39.315 mujeres de alrededor de 54 años de edad, y publicaron los resultados en la revista Stroke (Journal of the American Heart Association).
Durante casi 12 años, todas las voluntarias informaron cada dos o tres años qué actividades practicaban en su tiempo libre, como caminar, trotar, andar en bicicleta o ir al gimnasio. A su vez, los científicos calcularon a qué velocidad caminaban habitualmente en su vida diaria.
Cumplidos los 12 años, 579 mujeres sufrieron un accidente cerebrovascular, siendo 473 de tipo isquémicos, 102 hemorrágicos y 4 de causa desconocida. Las damas que más activas estuvieron en su tiempo libre mostraron un riesgo 17% menor de desarrollar esta grave patología.
A su vez, las mujeres que caminaban rápido y las que caminaban dos o tres horas por semana tenían un peligro 37% y 30% menor, respectivamente, de sufrir un accidente cerebrovascular.
Sattelmair explicó que ya se sabía que las personas físicamente activas muestran un riesgo menor de desarrollar esta patología, pero "este estudio específico indica que caminar se asocia especialmente con un peligro menor de un accidente cerebrovascular".
Fuente: www.neomundo.com.ar