La empresa dueña del Westerdam, el crucero que por temor al coronavirus COVID-19 fue rechazado por cinco puertos y que finalmente pudo atracar en Camboya la semana pasada, busca ahora a los pasajeros que desembarcaron porque uno de ellos ha sido diagnosticado con el virus.
El barco de la compañía Holland America Line había sido bautizado por la prensa como
"el crucero paria", tras pasar 10 días en altamar sin que Taiwán, Japón, Filipinas, Tailandia ni el territorio estadounidense de Guam le permitieran echar anclas.
1.455 pasajeros y una tripulación de 802 personas se habían embarcado el 1 de febrero en Hong Kong en una travesía de 14 días.
Pero, tras una parada en Taiwán el 4 de febrero, la nave empezó a ver cómo se le iban cerrando las puertas de los territorios asiáticos a los que se acercaba.
El último de aquellos intentos se dio el martes de la semana pasada en Bangkok, pero el navío acabó siendo escoltado por la Marina tailandesa hasta fuera del Golfo de Tailandia. Desde ahí, ya tocando el límite de los 14 días de suministros y combustibles que había cargado, el crucero se puso rumbo a Camboya.
Dos días después, el jueves, este país del sudeste asiático le permitió comenzar a desembarcar a su tripulación y pasajeros en el puerto de Sihanoukville. "Hemos recibido todos los vistos buenos y estamos extremadamente agradecidos a las autoridades camboyanas por su apoyo", había dicho la firma en un comunicado.