Los franceses empezaron a salir a la calle sin mascarilla; la próxima empezarán los españoles, y en Japón, el estado de emergencia se levantó hoy; las cifras de muertos y de contagios no descienden en otros lugares del mundo. La pandemia en el planeta está teniendo más que nunca dos caras de la moneda, y como advirtieron diversos expertos, se está incrementando la desigualdad entre países.
La disminución de restricciones corresponden directamente a un aumento en el porcentaje de vacunación de la población. Hasta el momento, en el mundo ya se superó el umbral de los 2.500 millones de dosis de vacunas anticovid administradas.
Sin embargo, los niveles más altos corresponden a los países ricos, que como media han inoculado con una o dos dosis a 72 habitantes de cada 100, mientras que en los países pobres solamente se ha pinchado a 1 persona de cada 100, según el recuento de los datos oficiales.
La medida de permitir que las personas estén al aire libre sin mascarilla es, sin duda, un gran avance. Por ejemplo, Italia y Reino Unido llegaron a esta decisión después de ser los países más golpeados por el virus en el continente, con 128.000 y 127.000 muertos, respectivamente. Mientras tanto, en Polonia y Hungría también se descartó el tapabocas como precaución necesaria. Y España, otro de los países más golpeados, empezará desde la próxima semana.
Otra muestra de esto es Estados Unidos, que en algún momento fue el foco de la pandemia, y donde recientemente se estableció que quienes ya fueron vacunados no necesitan usar tapabocas en la calle.
En América Latina, las autoridades sanitarias chilenas afirmaron el jueves que el número de contagios se ha “estabilizado” tras informar que en los últimos siete días los infectados nuevos disminuyeron en un 11 por ciento a nivel nacional.
Sin embargo, cantar victoria sería apresurado. Desde que la oficina de la OMS (Organización Mundial de la Salud) dio cuenta de la aparición en China de la enfermedad, en diciembre de 2019, hasta el momento ya se registra una cifra de 3’844.390 muertos en el mundo. La OMS estima que si se tiene en cuenta la sobremortalidad vinculada al covid-19, directa e indirecta, el balance de la pandemia podría ser dos a tres veces más elevado que el registrado oficialmente.
Según un balance basado en los reportes comunicados diariamente por las autoridades sanitarias de cada país, la pandemia ha provocado que al menos 177’353.000 personas hayan contraído el virus.
El alto índice de contagio en este momento se debe, según la OMS, a las nuevas variantes del virus que están circulando. De hecho, según la organización, la variante delta, detectada primero en la India y presente en más de 70 países, va camino de ser la dominante en el mundo debido a su mayor capacidad de transmisión. Ya se están viendo los estragos. Por ejemplo, en Rusia la situación está más aguda que nunca. Ahora causa estragos en Moscú, donde representa casi el 90 por ciento de los nuevos casos de covid-19, según su alcalde, Serguéi Sobianin.
Algo parecido está sucediendo en el continente africano. Y en Argentina, la irrupción de las nuevas variantes ha tenido un enorme impacto. En las últimas semanas han registrado niveles récord de casos diarios (41.080, el 27 de mayo), de muertes (744, el 18 de mayo).
Mientras tanto, en su vecino Brasil, que también ha sido uno de los países más afectado por el virus en el mundo (como Estados Unidos), se registraron 2.495 muertes por covid-19 en 24 horas, con lo que el total de fallecidos superó los 498.000, de acuerdo con las cifras que dio el Gobierno el viernes.
Fuente: https://www.eltiempo.com/