En estas elecciones brasileras se volvió a repetir lo que ocurrió en las anteriores dos presidenciales. Por tercera vez consecutiva se entra a una segunda ronda en la cual el Partido de los Trabajadores (PT), quien quedó inicialmente un poco debajo del 50%, debe competir con el Partido Social Demócrata Brasilero (PSDB).
Por primera vez en su historia el PT no llevó como candidato a su figura histórica (Lula) quien, pese a su popularidad, en vez de apostar a querer un tercer mandato (como Chávez u Uribe), como un signo de su auto-fortalecimiento, decidió respaldar a su ministra Dilma como su remplazo.
Ella sacó el 46.91% de los votos, una cifra intermedia entre el 46.44% y el 48.61% que Lulo obtuvo en las primeras rondas del 2,002 y 2,006, respectivamente. Sin embargo, el PT había hecho grandes esfuerzos en ganar en una sola vuelta para así iniciar su tercer periodo con más fuerza. También quisieron haber logrado una segunda vuelta en el Estado más rico (Sao Paulo) pero allí el socialdemócrata Alckmin ganó en el primer turno.
Empero, el oficialismo ha ampliado su bancada. De las 54 senadurías que se eligieron 40 fueron para el frente gobiernista, con lo cual pasan de 39 a 55 senadores y la oposición decrece de 33 a 22 senadores. En la cámara baja compuesta por 511 miembros el PT y sus aliados subieron de 357 a 402 diputados y la oposición bajó de 156 a 111 escaños. Es necesario aclarar que, si bien el PT lidera la presidencia, su aliado PMDB es el que sigue siendo el mayor partido de la coalición pues éste tiene más senadores y diputados que el lulismo.
José Serna, quien en el 2,002 fue el candidato socialdemócrata que disputó el segundo turno con Lula, esta vez sacó el 32.61% y se batirá en la ronda final con Dilma. Esta votación es mejor que la que él mismo sacó en la primera ronda del 2,002 (23.19%) pero menor a la que sacó Alckmin, quien entonces fue el presidenciable del PSDB en el 2,006 (41.64%).
Dilma y Serna deben conquistar en la vuelta final al 21% de brasileros que no votaron por ellos en el primer turno. La izquierdista solo debe crecer poco más de un 3 puntos mientras que el centro-derechista debe subir más de 17 puntos. No conozco de ninguna otra situación similar en cualquier rincón del mundo en la cual quien lleva tal delantera en la vuelta inicial no se consolide en la final.
En los comicios del 2,002 y 2,006 los finalistas debieron buscar atraer a los electores de varias fuerzas significativas que perdieron. Empero, en este domingo solo hubo una candidatura. Esta fue la de la verde Marina Santos, quien obtuvo el 19.33%. De los 7 candidatos presidenciales menores solo el del Partido Socialismo y Libertad sacó algo menos del 1% (0.87%, gran caída para ese partido a la izquierda de Lula quien en el 2,006 sacó el 6.85%) y el resto de ellos no obtuvo ni el 0.1% (incluyendo 2 trotskistas y un comunistas, quienes anteriormente habían conquistado mucho mejores resultados).
Los verdes brasileros han terminado convirtiéndose en una suerte de gran elector pues los dos finalistas deberán galantear a sus propuestas a fin de tratar de convencer a sus electores.
Estos, a diferencia de sus pares en Europa, no se encuentran a la izquierda del espectro político. Marina es una evangélica creacionista y hostil al aborto y las uniones gays, mientras que su compañero de plancha Guilherme Leal es uno de los 500 millonarios más grandes del planeta.
Pese a su origen petista Marina puede ser tentada a acercarse al PSDB, aunque una táctica que ella pudiese usar es la de ponerse a distancia de ambos buscando que ambos la cortejen mientras ella se cuida como la nueva alternativa de recambio para el 2,014.