Fernando Guillén Sosa, de 27 añitos de edad, alias “Barón”, es conocido por sus familiares y vecinos por ser loco, borracho y drogadicto, (¿algún título más?), pero Fernando se ha puesto melancólico y sintió nostalgia de su amigo compañero de copas.
Fue al cementerio municipal de Muna, en el estado de Yucatán, lo desenterró y lo llevo a su casa.
Pero la mentira (y los muertos también) tiene patas cortas y el hecho quedo al descubierto cuando la policía local acudió a la casa del delincuente (che lo están estigmatizando…), por una denuncia de maltrato a su abuela y a su tía.
Al ingresar a la casa, la policía se llevó una gran sorpresa. En la habitación de nuestro personaje se encontraba un cráneo humano con residuos de tierra. (¡vino a tomar unas copas conmigo!!!, dijo Fernandito…)
Vecinos del lugar aseguran que el cadáver que desenterró es de un amigo al que el joven quería como si fuera un hermano. Indicaron que cada vez que se encontraba en estado de ebriedad (o sea el 90% del tiempo) amenazaba con desenterrarlo para sepultarlo en su patio y así “tenerlo más cerca”, sin embargo, nadie tomó en serio su palabra por la fama que tiene de ser alcohólico. (¡y bueno, es borracho, no mentiroso!!!)
Obviamente el joven fue detenido y puesto en libertad, a los pocos días. Vecinos del lugar, temen que el joven desentierre algún otro difunto, en los próximos días.
Fuente:insolitonoticias.com