Un equipo internacional de primatólogos ha descubierto en el norte de Birmania una nueva especie de mono de hocico chato, del que sólo hay entre 260 y 330 ejemplares y que se halla en grave peligro de extinción.
La especie, descrita en el último número del American Journal of Primatology y bautizada Rhinopitecus Strykeri, tiene un pelaje casi enteramente negro, aunque las orejas están ribeteadas de blanco, así como la barba y la zona perineal.
Según los biólogos encabezados por Ngwe Lwin, de la Asociación de Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad de Myanmar, su cola es relativamente larga, el equivalente a una vez y media el tamaño de su cuerpo. Aunque la especie es nueva para la ciencia, no lo es para los cazadores de la zona, que afirman que el “nwoah” -o mono con la cara vuelta hacia arriba en dialecto local- es relativamente fácil de detectar, ya que debido a su hocico respingón estornuda cuando llueve.
Para evitar la entrada de agua de lluvia en la nariz, estos monos suelen pasar los días lluviosos sentados con la cabeza entre las rodillas.
Según el primatólogo Frank Momberg, de la organización Fauna & Flora International, quien se entrevistó con varios cazadores locales, los entre 260 y 330 ejemplares de la especie se concentran en una zona de unos 270 kilómetros cuadrados a orillas del río Maw, en el estado de Kachin, nordeste de Myanmar.
En esa zona se encuentran aislados ya que el estado de Kachin cuenta con dos infranqueables barreras naturales, los ríos Mekong y Salween, lo que podría explicar que hasta ahora estos monos fueran desconocidos. Pasan los meses de verano -entre mayo y octubre- en las montañas y descienden hacia los pueblos en invierno, cuando la comida escasea por la caída de nieve.
En China y Vietnam hay especies de monos chatos, pero esta es la primera vez que aparecen en Myanmar.
Los científicos no pudieron fotografiar a ningún ejemplar, por lo que tuvieron que recurrir a un dibujo y a una composición en photoshop para mostrar a que se parece.