Una de las consecuencias de que en 1989-91 Washington ganó la guerra fría fue un doble cambio en América Latina y el Caribe (ALC). Por una parte allí se consolidó el mercado y se fueron extinguiendo todas las guerrillas, pero también ALC fue buscando nuevas puertas para no seguir tanto bajo la gran hegemonía de EEUU. Así en 1991 se iniciaron las cumbres anuales ibero-latinoamericanas, las mismas que facilitaron el despegue en 1999 de las cumbres bianuales entre la Unión Europea (UE) con América Latina y el Caribe (ALC).
Los acercamientos entre la UE y la ALC han dado como resultado que entre el 2000 y 2009 las exportaciones de la primera región a la segunda crezcan más del 10% (de 59 a 66 mil millones de euros) mientras que las exportaciones latino-caribeñas a la UE se incrementasen en más del 35% (de 54 a 74 mil millones de euros).
En relación a ALC la UE es el mayor inversor extranjero y el segundo socio después de EEUU, aunque China ha venido avanzando mucho. Sin embargo, solo el 6% del comercio externo de la UE se da con ALC.
El intercambio es desigual. La UE les envía productos altamente manufacturados (medicina o vehículos) mientras que ALC les provee de materias primas (como soya, café, bananas o cobre).
La VI cumbre en Madrid se ha dado cuando Madrid detenta la presidencia de la UE pero igualmente cuando el euro ha entrado a su nivel más bajo en 4 años. Si bien ALC se ha librado de los peores estragos de la crisis financiera que azota a la UE, ésta no ha podido actuar como un bloque unido.
Mientras que el grueso de los gobernantes latino-caribeños han asistido a la cumbre (con excepciones como los izquierdistas Castro de Cuba, Chávez de Venezuela, Ortega de Nicaragua y Mujica de Uruguay) muchos europeos no han ido y han enviado solo a ministros e incluso a embajadores. Notables ausencias han sido la de Angela Merkel o Silvio Berlusconi, pese a que Alemania e Italia son los dos países europeos que más importan de la ALC, o la del nuevo primer ministro británico David Cameron.
La presidenta argentina Cristina Kirchner fue una de las mayores protagonistas de la cumbre y en su intervención pidió al Reino Unido que inicie negociaciones sobre las Malvinas (buscando aprovechar el cambio de gobierno por uno ‘laborista’ que era duro en las tratativas para evitar perder votos en las elecciones por uno nuevo ‘conservador-liberal’ que tiene un mandato quinquenal).
Ella, al igual que el presidente boliviano Evo Morales, volvieron a reclamar por el maltrato que sufren los inmigrantes latino-caribeños con restricciones cada vez mayores a la inmigración y que contrasta con el trato que ALC le da a los ciudadanos europeos.
La cumbre de Madrid está dando paso a la firma de Tratados de Libre Comercio bilaterales. Dos de estos se firmarán con las dos naciones más pro-occidentales de la Comunidad Andina: Perú y Colombia.
Otro será el primer acuerdo suscrito entre la UE y un bloque de países latinos: América Central. Se ha buscado tramontar obstáculos que se dieron en el camino (como el abrir el mercado centroamericano a la leche en polvo subsidiada europea o el veto al golpe hondureño). Lobo, electo presidente de Honduras en un proceso que el grueso de Sudamérica condena, fue vetado de ir a la cumbre pero ha de participar luego en Madrid en una negociación aparte euro-centroamericana.
Las negociaciones que hay para hacer un TLC entre la UE y el Mercosur siguen paralizadas debido a que países como Francia temen una liberalización que dañaría el proteccionismo agropecuario. Brasil, mientras tanto sigue recibiendo un tercio de las euro-exportaciones a ALC.
Por: Isaac Bigio