|Sur Noticias 06 Julio |
Xornal - Al menos 156 personas murieron el domingo y 817 resultaron heridas en una revuelta en la región autónoma de Xinjiang que enfrentó a la minoría uigur con las fuerzas de seguridad y la comunidad china han, según datos de la agencia oficial Xinhua. Un incidente étnico sucedido la semana pasada en la otra punta del país desencadenó el estallido del domingo, lo que certifica la fragilidad de las costuras del traje chino. Se trata de la revuelta más sangrienta que sucede en China desde las protestas estudiantiles de Tiananmén en 1989. Los enfrentamientos ocurrieron tras una manifestación en Urumqi, la capital de Xinjiang. Entre 1.000 y 3.000 manifestantes uigures tomaron pacíficamente las calles de la zona de Dong Koruk para pedir explicaciones por los dos uigures muertos en una fábrica en la provincia de Guangdong. Terminada la protesta, los congregados se negaron a marcharse y la manifestación tomó un cariz violento cuando acudieron las fuerzas del orden.
Los uigures apedrearon a la policía, volcaron coches y quemaron autobuses, según aseguraron algunos testigos. Liu Yaohua, jefe de la policía local, detalló que los alborotadores habían quemado 283 vehículos, habían arrasado 203 tiendas y 14 viviendas. Fuentes hospitalarias confirmaron que gran parte de los heridos son han, lo que demostraría una razzia contra los chinos y sus bienes similar a la que sufrieron en las revueltas de Tíbet del pasado año.
ARMADOS CON CUCHILLO
La televisión china mostró escenas de lucha entre los antidisturbios y manifestantes armados con palos y cuchillos, además de varias personas ensangrentadas sobre el suelo. Centenares de manifestantes han sido detenidos, entre ellos la decena de cabecillas de las protestas, confirmaron las autoridades de Pekín. Una sesentena de cadáveres habían sido retirados de las calles de Urumqi.
Los doctores de un hospital de la capital confirmaron que los cuerpos seguían llegando, por lo que se teme que la cifra de muertos aumente en las próximas horas. China reconoció en un comunicado que aún está calculando el número exacto. Se desconoce también en qué porcentaje son de la etnia han y uigur.
REACCIí“N EXTERIOR
Varios países, así como la ONU, lanzaron ayer llamamientos a China a que respetara los derechos democráticos de los ciudadanos y mostrara contención en la represión de las protestas. Haciendo gala de una extraordinaria prudencia similar a la que marcó la reacción norteamericana a las protestas en Irán, EEUU lamentó profundamente, mediante un comunicado, las pérdidas humanas. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon pidió a Pekín que respete el derecho de sus ciudadanos a protestar.
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