El colectivo de hackers ‘APT-69420 Arson Cats’ se ha colado en una red compuesta por más de 150.000 cámaras de seguridad que están ubicadas en hospitales, escuelas, prisiones y en la citada planta de Tesla. El grupo, que ya ha reconocido la autoría del incidente, se describe como anticapitalista y un tanto anarquista. Y, además, afirma que su lucha es la libertad de la información.
La fábrica de Shanghái
Los hackers desvelaron que habían descubierto las credenciales de la cuenta de un administrador de alto nivel que pertenece a la empresa Verkada de Silicon Valley: esto les dio la llave de acceso y control de toda la red. Esta compañía es la encargada de controlar una plataforma de sistemas de seguridad en línea y entre sus clientes está Elon Musk.
Tesla tiene contratados los servicios de Verdaka para la fábrica que tiene en Shanghái. Los piratas informáticos accedieron a las 222 que están instaladas tanto en los almacenes como en la línea de producción donde los trabajadores, ajenos al hackeo, desempeñaban sus labores: las grabaciones capturaban en detalle todos sus movimientos.