Quien ha dicho que las redes inalambricas son las menos veloces, esta vez se ha demostrado que las redes sin cable son más veloces que cualquier red.
Un grupo de científicos estadounidenses e israelís. Con este nueva conexión inalámbrica tendrás en tus manos la increíble velocidad de 2,5Tb por segundo, suficiente para descargarte miles de horas televisivas invernales y poder huir de los refritos del verano.
En concreto ha sido fruto del trabajo conjunto de la University of Southern California, el Jet Propulsion Laboratory de la NASA y la Universidad de Tel Aviv.
La teoría consiste en “retorcer” las ondas electromagnéticas en vórtices. Para ello modulan las ondas usando no sólo el momento angular de rotación (SAM) sino también el momento angular orbital (OAM), permitiendo una densidad de datos mucho mayor.
Tal velocidad de transmisión se consiguió uniendo 8 conexiones de datos de 300Gbps que en conjunto alcanzaban los 2,5 Tb por segundo. Cada una de las señales tenía un nivel diferente de torsión OAM, bastando luego con, al recibirlas, “desretorcerlas” y procesarlas.
Eso sí, sólo han conseguido un alcance de 1 metro por ahora, aunque aseguran que 1 kilómetro es posible, siendo probablemente su alcance máximo en la superficie terrestre, mientras que en el espacio, para las conexiones entre satélites serían posible alcances mucho mayores.
Una de sus ventajas es que usando esta misma técnica se podría juntar teóricamente infinitas conexiones más lentas, como por ejemplo las señales 3G y LTE, permitiendo que la red actual cree conexiones ultrarrápidas sin necesidad de usar espectros diferentes, cada vez más escasos.
Sinceramente en vez de buscar conexiones mucho más rápidas yo preferiría que las que ya hay tuvieran mucho más cobertura y no me encontrara como ahora, mendigándole a mi operadora que el supuesto 3G me dejara escribir y postear este artículo desde el tren
Quien ha dicho que las redes inalambricas son las menos veloces, esta vez se ha demostrado que las redes sin cable son más veloces que cualquier red.
Un grupo de científicos estadounidenses e israelís. Con este nueva conexión inalámbrica tendrás en tus manos la increíble velocidad de 2,5Tb por segundo, suficiente para descargarte miles de horas televisivas invernales y poder huir de los refritos del verano.
En concreto ha sido fruto del trabajo conjunto de la University of Southern California, el Jet Propulsion Laboratory de la NASA y la Universidad de Tel Aviv.
La teoría consiste en “retorcer” las ondas electromagnéticas en vórtices. Para ello modulan las ondas usando no sólo el momento angular de rotación (SAM) sino también el momento angular orbital (OAM), permitiendo una densidad de datos mucho mayor.
Tal velocidad de transmisión se consiguió uniendo 8 conexiones de datos de 300Gbps que en conjunto alcanzaban los 2,5 Tb por segundo. Cada una de las señales tenía un nivel diferente de torsión OAM, bastando luego con, al recibirlas, “desretorcerlas” y procesarlas.
Eso sí, sólo han conseguido un alcance de 1 metro por ahora, aunque aseguran que 1 kilómetro es posible, siendo probablemente su alcance máximo en la superficie terrestre, mientras que en el espacio, para las conexiones entre satélites serían posible alcances mucho mayores.
Una de sus ventajas es que usando esta misma técnica se podría juntar teóricamente infinitas conexiones más lentas, como por ejemplo las señales 3G y LTE, permitiendo que la red actual cree conexiones ultrarrápidas sin necesidad de usar espectros diferentes, cada vez más escasos.
Sinceramente en vez de buscar conexiones mucho más rápidas yo preferiría que las que ya hay tuvieran mucho más cobertura y no me encontrara como ahora, mendigándole a mi operadora que el supuesto 3G me dejara escribir y postear este artículo desde el tren.