El director James Cameron, aparte de darse garbeos kilométricos submarinos, es conocido por su fijación con la grabación y producción estereoscópica de películas. Su vocación tridimensional llega hasta tal punto que pretende “evangelizar” al resto haciendo uso de lo que llaman 5D. No, no se trata de trastear con la gravedad ni el espacio-tiempo, sino de combinar la grabación simultánea 2D y 3D.
A través de su empresa, Cameron Pace Group, el director está creando una serie de cámaras que permiten la emisión en directo tanto 2D como 3D y que pueden ser manejadas por un solo operador.
De esta manera quiere acabar con la producción separada en ambos formatos y unirlos en uno sólo, facilitando la creación de contenido tridimensional sin que suponga un gran esfuerzo adicional.
Sus cámaras no están a la venta, sólo pueden alquilarse porque según él la tecnología cambia tan rápidamente que al comprar el equipo se quedaría anticuado rápidamente, aunque gente de la industria piensa que más bien es por monopolizar y controlar el desarrollo.
Sea como sea, está claro que James Cameron está empeñado en que la tele y el cine sean 3D cuanto antes, y si ya ha conseguido ganar millones con sus películas, viajar al fondo del mar y pretende además desplegar robots mineros espaciales, probablemente también consiga su sueño estereoscópico
El director James Cameron, aparte de darse garbeos kilométricos submarinos, es conocido por su fijación con la grabación y producción estereoscópica de películas. Su vocación tridimensional llega hasta tal punto que pretende “evangelizar” al resto haciendo uso de lo que llaman 5D. No, no se trata de trastear con la gravedad ni el espacio-tiempo, sino de combinar la grabación simultánea 2D y 3D.
A través de su empresa, Cameron Pace Group, el director está creando una serie de cámaras que permiten la emisión en directo tanto 2D como 3D y que pueden ser manejadas por un solo operador.
De esta manera quiere acabar con la producción separada en ambos formatos y unirlos en uno sólo, facilitando la creación de contenido tridimensional sin que suponga un gran esfuerzo adicional.
Sus cámaras no están a la venta, sólo pueden alquilarse porque según él la tecnología cambia tan rápidamente que al comprar el equipo se quedaría anticuado rápidamente, aunque gente de la industria piensa que más bien es por monopolizar y controlar el desarrollo.
Sea como sea, está claro que James Cameron está empeñado en que la tele y el cine sean 3D cuanto antes, y si ya ha conseguido ganar millones con sus películas, viajar al fondo del mar y pretende además desplegar robots mineros espaciales, probablemente también consiga su sueño estereoscópico.