Un equipo científicos de la Universidad de Barcelona, ha secuenciado por primera vez el genoma del piojo humano.
Para los expertos, conocer el genoma del piojo del cuerpo humano, permitirá diseñar estrategias terapéuticas mediante dianas genéticas específicas del parásito, y el hecho de conocer qué genes son esenciales para la supervivencia del parasito, hace que se esté ante una diana genética para luchar contra ellos.
El genoma del piojo humano (pediculus humanus humanus) es el más pequeña de los que se han secuenciado hasta ahora en un insecto, según se destaca en el trabajo, que se ha publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los científicos han comprobado que este parásito está formado por cinco cromosomas metacéntricos y uno telocéntrico, y que contiene un 1% de transposones o elementos móviles, una proporción muy inferior a la de otros insectos.
El piojo humano es un pequeño insecto sin alas, muy relacionado evolutivamente con el piojo de la cabeza, el pediculus humanus capitis, que está especializado en la succión de la sangre, que vive entre los pliegues y las costuras de la ropa y que desarrolla todo su ciclo vital en el cuerpo de quien lo porta.
Según ha señalado la Universidad de Barcelona (UB) en un comunicado, los resultados permitirán estudiar el genoma de los insectos más complejos y estudiar los genes relacionados con el sistema de quimiorrecepción de este insecto y de otros genéticamente más complicados.
También, el hecho de tener una muestra reducida de enzimas antitóxicas hace que este parásito sea un modelo atractivo para estudiar la resistencia a insecticidas y a otros mecanismos de defensa química.
Para Julio Rozas, el estudio ha permitido comprobar que la dotación genética del piojo es muy reducida pero muy funcional y que los diversos procesos biológicos funcionan con un número mínimo de genes, lo que se ajusta al perfil de parásito específico que ha perdido muchos genes no esenciales, que está muy adaptado a un ambiente muy homogéneo y que es totalmente dependiente del hombre.
El equipo científico que ha logrado descifrar el genoma de este parásito lo ha liderado a nivel internacional Barry R. Pittendrigh, de la Universidad de Illinois (EEUU), y Ewen F. Kirkness, del Instituto J. Craig Venter, de Rockville, también en Norteamérica.
Por parte española, además de la UB, han participado equipos del Complejo Hospitalario Universitario y de la Universidad de Santiago de Compostela.
Fuente: Ecodiario