Los Alpes Suizos… qué bonito. Montañas nevadas por doquier, blancos picos de 4 kilómetros de altura. Pero no te dejes engañar: bajo una de esas montañas, tras una puerta de 3 toneladas y media (que podría resistir un ataque nuclear) y tras sortear unos cuantos laberínticos pasillos, podemos encontrar la Swiss Fort Knox, una auténtica fortaleza que la Unión Europea está financiando parcialmente, donde se depositarán todos los valiosos conocimientos científicos y culturales para que no se pierdan jamás, aunque haya un desastre colosal. Podéis ver más detalles de esta cápsula del tiempo, pero a lo bestia, tras dar el blindado salto.
Los investigadores del lugar forma el equipo llamado los “Planets” (se lo toman en serio) y quieren asegurar que se pueda acceder a los datos valiosos por siempre. Como uno de sus líderes indica, “Las notas de Einstein aún son legibles, pero los archivos digitales de Stephen Hawking podrían dejar de serlo en varias décadas”.
Hoy se han cumplido los 4 años desde que el proyecto comenzó, y los “Planets” (de verdad… ¿no hay un equipo de baloncesto que se llama así?) han depositado una cápsula en el interior, bien profundamente, en el corazón de la fortaleza suiza. En esa cápsula se pueden encontrar tarjetas perforadas, microfilms, disquetes, cintas de audio, CDs, DVDs, memorias USB y Blu-Rays. Quieren que los investigadores del futuro tengan todo lo necesario para reconstruir nuestros medios de comunicación, nuestras historias, sin importar la diferencia tecnológica.
Andreas Rauber, profesor en Viena y miembro del equipo de los Planets, explica: “A diferencia de los jeroglíficos tallados en piedra, o de la tinta sobre papiros, los datos digitales no duran milenios, si no años. Si no los preservamos adecuadamente podría costarnos miles de millones en el futuro”.
Lo que yo me pregunto es: ¿no basta con hacer copias de seguridad cada pocos meses? ¿Se ha de mantener el formato original del soporte de datos? En cualquier caso, es agradable saber que hay personas preocupándose por el futuro. Esperemos que no acabemos encontrando la fortaleza suiza en un futuro postapocalíptico, sin saber qué es nada de lo que hay allí.
Por: Javier G. Pereda [Planets Project y Swiss Fort Knox]
Fuente: gizmodo.es