En los años 80, los principales países del mundo iniciaron un proceso de restauración de la capa de ozono, con el fin de reparar el daño causado en esta y tapar el agujero que la contaminación había dejado. Sin embargo, tras algunas décadas con esta estrategia en funcionamiento, el agujero ha empezado a crecer nuevamente, esta vez gracias al impacto de los desechos que han dejado los satélites artificiales en la Órbita Terrestre Baja(LEO en Inglés).
Así, con la primera generación de las “megaconstelaciones” de satélites llegando al fin de su vida útil, lo que queda es esperar que se comiencen a ver estragos en la capa de ozono debido al óxido de aluminio reflectante, resultado del aluminio que dejan los dispositivos en desuso y que es altamente contaminante para la atmósfera terrestre.
“Con la primera generación de Starlink (empresa de Elon Musk), podemos esperar unas dos toneladas de satélites muertos que reingresan en la atmósfera terrestre diariamente (…) Estos satélites son en su mayoría aluminio, que los meteoroides (principales contaminantes actuales) contienen sólo en una cantidad muy pequeña, alrededor del 1 por ciento”, explicó Aaron Boley, autor principal de un estudio desarrollado por la Universidad de Columbia Británica, que refleja el impacto de las megaconstelaciones en la apertura del agujero de la capa de ozono.+
Madera: ¿la nueva salvación?
Ahora bien, en los últimos meses se ha dado paso a la construcción de satélites de madera, que podrían significar la renovación de esta industria científica en pro de la conservación del “medioambiente espacial”.
La idea es desarrollada por la empresa finlandesa Arctic Astronautics, misma que espera alojar el primer satélite de madera en la LEO a finales del 2021; aunque el 12 de junio ya se hizo la primera prueba con un prototipo enviado a la estratósfera.
“Un modelo de prueba del WISA Woodsat (nombre del satélite) realizó con éxito un vuelo de prueba estratosférico el sábado 12 de junio de 2021 desde el Centro de Ciencias Heureka en Vantaa, Finlandia. El objetivo principal de este breve vuelo era utilizar los sistemas y equipos de cámara del satélite en condiciones similares a las del espacio”, explicó Arctic Astronautics, por medio de un comunicado de prensa.
Asimismo, manifestaron que, “el propósito de este vuelo estratosférico era probar los sistemas del satélite y especialmente tomar fotos con la cámara en la punta del brazo del ‘selfie stick’. El “palo para selfies” estuvo abierto desde el inicio del vuelo, y el satélite tomó fotos automáticamente cada 30 segundos más las imágenes adicionales que fueron comandadas desde la estación terrestre”.
Cabe recordar que, este satélite tiene como material base una superficie de madera contrachapada, que es fabricado por UPM Plywood, que después de secarse en una cámara de vacío se recubre con una capa muy delgada de óxido de aluminio.
¿Por qué recubrirlo con un material contaminante? Infortunadamente, se hace necesario el uso del aluminio para evitar que el oxígeno sobre la atmósfera cause reacciones negativas sobre el satélite; no obstante, al ser solo una fina capa los efectos sobre la capa de ozono son prácticamente nulos.
Fuente: https://www.infobae.com