La curiosidad humana no tiene límites y si hay un mundo todavía casi por descubrir este es el desconocido espacio exterior que tenemos sobre nuestras cabezas. ¿Y qué necesitaríamos para acercarnos más al mismo? Pues una buena nave espacial que nos lleve de galaxia en galaxia, algo como el USS Enterprise NCC-1701 pero en versión Bus Turístico… o de momento quizá algo más realista de conseguir, un mega-telescopio.
Este es el vídeo oficial en el que el ESO (Observatorio Europeo del Sur) nos presenta su futuro proyecto, llamado a ser el nuevo referente entre los telescopios del mundo, y que pronto se convertirá en el mayor “ojo humano” construido que jamás oteó el cielo estrellado: el E-ELT, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande.
Aunque lo “Telescopio Europeo Extremadamente Grande” parezca un nombre algo rimbombante este deriva directamente de las siglas anglosajonas (E-ELT = European Extremely Large Telescope). Este telescopio de tecnología óptico / infrarrojo contará con un espejo de 42 metros de diámetro (construido a partir de la unión de varios centenares de unidades hexagonales) y será de largo el mayor de todos los que existen hasta la fecha. En realidad existió un proyecto para llegar a los 100 metros de diámetro pero su excesiva complejidad y coste (1.500 millones de euros) hicieron que el ESO se decantara por este modelo de menor calado y “solo” 960 millones de euros de coste estimado de construcción.
El E-ELT podrá observar el universo con un detalle incluso mayor que el proporcionado por el Telescopio Espacial Hubble, y su gran espejo hará posible “el estudio las atmósferas de planetas extrasolares, así como el estudio de esos planetas en sí, de los discos protoplanetarios exteriores al Sistema Solar, de la energía oscura y de la formación de galaxias.” (Wikipedia dixit).
Aunque las Islas Canarias fueron hasta el último momento una de las sedes candidatas para albergar el proyecto, finalmente el E-ELT se ubicará en la zona de Cerro Armazones en Chile (sí, fuera de Europa), que emplazará esta espectacular mega estructura de 5000 toneladas de peso y 80 metros de altura. Un telescopio que por allí el 2016 (fecha estimada de conclusión de las obras) nos permitirá leer la matrícula de las naves espaciales de los invasores a millones de kilómetros de distancia. Quizá no sabremos cómo defendernos de ellos, pero así al menos podremos maldecir a sus congéneres mirando en la dirección correcta de dónde llegaron.
Fuente: Agencias
Este es el vídeo oficial en el que el ESO (Observatorio Europeo del Sur) nos presenta su futuro proyecto, llamado a ser el nuevo referente entre los telescopios del mundo, y que pronto se convertirá en el mayor “ojo humano” construido que jamás oteó el cielo estrellado: el E-ELT, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande.
Aunque lo “Telescopio Europeo Extremadamente Grande” parezca un nombre algo rimbombante este deriva directamente de las siglas anglosajonas (E-ELT = European Extremely Large Telescope). Este telescopio de tecnología óptico / infrarrojo contará con un espejo de 42 metros de diámetro (construido a partir de la unión de varios centenares de unidades hexagonales) y será de largo el mayor de todos los que existen hasta la fecha. En realidad existió un proyecto para llegar a los 100 metros de diámetro pero su excesiva complejidad y coste (1.500 millones de euros) hicieron que el ESO se decantara por este modelo de menor calado y “solo” 960 millones de euros de coste estimado de construcción.
El E-ELT podrá observar el universo con un detalle incluso mayor que el proporcionado por el Telescopio Espacial Hubble, y su gran espejo hará posible “el estudio las atmósferas de planetas extrasolares, así como el estudio de esos planetas en sí, de los discos protoplanetarios exteriores al Sistema Solar, de la energía oscura y de la formación de galaxias.” (Wikipedia dixit).
Aunque las Islas Canarias fueron hasta el último momento una de las sedes candidatas para albergar el proyecto, finalmente el E-ELT se ubicará en la zona de Cerro Armazones en Chile (sí, fuera de Europa), que emplazará esta espectacular mega estructura de 5000 toneladas de peso y 80 metros de altura. Un telescopio que por allí el 2016 (fecha estimada de conclusión de las obras) nos permitirá leer la matrícula de las naves espaciales de los invasores a millones de kilómetros de distancia. Quizá no sabremos cómo defendernos de ellos, pero así al menos podremos maldecir a sus congéneres mirando en la dirección correcta de dónde llegaron.
Fuente: Agencias