El contrato estipula que la compañía seleccionada deberá realizar un alunizaje de demostración no tripulado con la nave, semejante a la ‘Starship’ que se prueba ahora y acumula aterrizajes fallidos, esta Empresa será la encargada de llevar astronautas a la Luna como parte de la misión ARTEMIS, un evento que volverá a poner al hombre en la Luna desde 1972.
El ambicioso proyecto ARTEMIS de la NASA es, sin duda, el gran norte de las compañías aeroespaciales que han venido desarrollando soluciones de vuelo en los últimos años. Parte del desarrollo de este plan involucra no sólo el retorno del hombre a la Luna, sino también exploraciones tripuladas a Marte y, aprovechando estos destinos como estaciones de paso, iniciar viajes humanos más allá del planeta rojo. En concurso público, NASA designó a SpaceX como la elegida para construir la nave que llevará al hombre de vuelta a la Luna.
La NASA acaba de hacer pública la adjudicación del vehículo que llevará a sus próximos astronautas a la Luna. Y el resultado ha sido una sorpresa. De los tres candidatos seleccionados hace un año, el elegido ha sido Space X. El futuro módulo lunar tendrá una forma muy semejante al Starship que se está probando ahora (y que, por el momento, ha cosechado ya varios aterrizajes fallidos).
Los candidatos desechados eran en realidad asociaciones de empresas con nombres prestigiosos en el campo aeroespacial. El llamado National team, encabezado por Blue Origin, de Jeff Bezos, incluía a Lockheed-Martin y Northrop-Grumman –Grumman construyó el módulo lunar Apollo y Draper– diseñadores del computador que controló los alunizajes. Otro equipo agrupaba bajo el nombre Dynetics a varias docenas de contratistas menos conocidos.
Space X iba en solitario; eso sí, con el formidable currículum que representaban sus técnicas de recuperación de cohetes, el hecho de haber sido la primera compañía comercial en enviar astronautas a la estación espacial y los ensayos que está llevando a cabo con su nueva nave Starship. Elon Musk pretende utilizarla un día para ir a Marte; ahora parece que su primer objetivo será la Luna.
De acuerdo con información compartida por la NASA en un comunicado, SpaceX venció a Blue Origin y Dynetics para obtener el contrato de 2 900 millones de dólares, pese a que se esperaba que la agencia espacial escogiera a dos compañías en lugar de una.
En abril de 2020 SpaceX, Blue Origin y Dynetics fueron escogidas como las contratistas postulantes al contrato para desarrollar sistemas de aterrizaje humanos para el proyecto ARTEMIS. En esa ocasión, Jim Bridestine – ex administrador de NASA – señaló que esta “es la primera vez desde la era Apolo que la NASA tiene fondos directos para un sistema de aterrizaje humano, y ahora tenemos compañías contratadas para hacer el trabajo para el programa Artemis".
Presupuesto
La decisión de la NASA parece guiada en gran medida por razones presupuestarias. El proyecto del National Team era mucho más caro. Ya no es la época del Apollo y el Congreso hila fino a la hora de asignar fondos para proyectos lunares. Space X, por su parte, ajustó a la baja su propuesta económica. En cuando al tercer competidor, pese a la originalidad de su diseño, la Agencia ha considerado que algunos aspectos técnicos no parecían del todo resueltos.
El premio gordo (2.890 millones de dólares) ha ido a parar a la compañía de Musk. Por supuesto es una fortuna, pero no tanto como parece. En dólares actuales, el desarrollo del módulo lunar hace medio siglo costó diez veces más. Eso sí, como garantía el contrato estipula que Space X deberá realizar un alunizaje de demostración (no tripulado).
La NASA y a Space X se convierten así en socios para la exploración del satélite natural de nuestro planeta. El proyecto supone que los astronautas serán lanzados desde Cabo Cañaveral a bordo de una cápsula Orión impulsada por un cohete gigante SLS (que aún no ha volado). Así llegarán a la órbita lunar, donde les estará esperando una Starship para llevarles a la superficie. Tras una estancia de quizás una semana, el mismo vehículo alzará el vuelo para devolverlos a la nave Orión, la única capaz de regresar a la Tierra. Como aperitivo ya circulan por Internet imágenes insólitas que muestran a las dos naves amarradas morro con morro. Pocos habían imaginado hace solo unas semanas un escenario semejante.
Sin embargo, el cronograma del proyecto está bajo revisión. Actualmente, la NASA no cuenta con los fondos que necesita para que la misión se lleve a cabo en 2024, tal como se estableció durante la administración de Donald Trump. La agencia planea llevar a una mujer y una persona de color a la Luna por primera vez a través del programa, y ha reunido una lista de astronautas elegibles para las primeras misiones.
Fuente: Agencias