La modernidad no llega por sí sola, y no solo las personas deben adaptarse a los cambios que ella trae consigo, sino también los Estados. Uno de los elementos que ha sufrido una evolución constante desde el siglo pasado hasta la actualidad es el documento de identificación nacional. América Latina fue testigo de los primeros documentos a blanco y negro, algunos que incluían el color de piel[1] (que sería una locura al día de hoy), otros diferenciados para hombres y mujeres[2] (igualmente descabellado en la actualidad), otros señalando el sexo masculino/femenino, hasta otros más modernos que incluyen la historia clínica o el género “No binario”[3].
A parte de los éxitos de luchas políticas que nos pueden contar estos documentos, como el derecho al voto y al reconocimiento de distintos géneros, también se hallan razones tecnológicas y de seguridad que explican su evolución. ¿Qué ha motivado estos cambios y en qué estado se encuentra su desarrollo?
Sin duda el documento por excelencia, que cumple las condiciones de estándares internacionales en prácticamente todos los países de esta región, es el pasaporte. Por disposición de la Organización Internacional de Aviación Civil, y para cumplir con los estándares de la Unión Europea (imprescindible para aquellos que sueñan con disfrutar sin problema del espacio Schengen), en Latinoamérica ya se expiden pasaportes con tecnología biométrica para identificar a su respectivo titular. Estos novedosos documentos incluyen un microchip, que almacena la información, foto y huella de una persona. Uno de los principales objetivos, tal vez el más importante, de todas estas exigencias: elevar el nivel de seguridad en la identificación de una persona. Es decir, prevenir al máximo posibles casos de fraude, suplantación o falsificación.
A partir de este punto surge la primera pregunta, ¿todas las personas en la región cuentan tan avanzado documento? La respuesta con toda seguridad es “NO”. Sin una estadística oficial por país, sí hay una certeza — todos tenemos un vecino que nunca ha salido al exterior; y si lo ha hecho, es muy posible que no haya sido a Europa. Por ejemplo, aquellos que viajan entre países de Suramérica lo pueden hacer sin necesidad de pasaporte. Incluso, si hablamos de muchos que han viajado al viejo continente en los últimos años, es posible que lo hayan hecho con su pasaporte de lectura mecánica, que también es moderno y cumple con estándares de seguridad internacionales; entonces, ¿para qué cambiarlo si aún no se ha cumplido su fecha de vencimiento?
Pasando al plano nacional, ¿qué hacen los Estados para garantizar la seguridad al identificar a sus ciudadanos? En este caso hay que echar una mirada con mayor detalle. Podemos destacar en este aspecto a Chile[4] y a Perú[5], pues llevan casi una década entregando documentos de identificación nacional electrónicos, es decir, con elementos como el chip que contiene información biométrica de sus titulares. Esto a todas luces es un elemento importante para garantizar la identificación de una persona de forma segura. A este hecho también pueden (y deben) adaptarse las empresas, como bancos que ofrecen servicios digitales, que deben lidiar con la identificación de sus clientes, pues existe la posibilidad de aprovechar este chip para acelerar el proceso de verificación de identidad y prevenir suplantaciones o falsificaciones de documento. Por ejemplo, recientemente la compañía Sumsub desarrolló exitosamente una herramienta de verificación online a través de NFC (esa particular tecnología “sin contacto” que nos ofrecen muchos de los celulares modernos que el mercado pone a nuestra disposición, los cuales están equipados con lectores especiales). Basta con acercar el documento de identidad o pasaporte con chip a un celular, que posea tecnología NFC, para que el sistema obtenga la información de una persona, generándole mayor seguridad a la empresa que requiera identificarla.
Sin embargo, las bondades de estos documentos electrónicos no se han implementado en el resto de la región. El tipo de documento más extendido es el físico de policarbonato, para evitar cualquier tipo de adulteración, que regularmente contiene una foto, la huella dactilar y códigos biométricos (semejantes a los populares códigos de barras que vemos en los supermercados).
Interesante es la propuesta de países como Colombia, que ya está distribuyendo un documento de identificación nacional totalmente digital[6], o Brasil, que planea empezar a expedirlo pronto[7]. El objetivo de tal documento es, nuevamente, garantizar la seguridad de los datos, además de mejorar la confiabilidad y los tiempos para acceder a diversos servicios. Claro está que es una tecnología aún en desarrollo, por lo cual plantea varios retos para las autoridades nacionales. Según Jacob Sever, cofundador y director de cumplimiento de la compañía Sumsub, es fácil falsificar documentos digitales de identificación. Asegura que para verificarlos se requeriría un dispositivo especial, que por ahora podría estar solo a disposición de los órganos estatales. Por tanto es un reto para los Estados, que deseen implementar dicho sistema 100% digital, garantizar la seguridad en la identificación de ciudadanos, para prevenir fraudes cuando éstos deseen acceder a diversos servicios que actualmente requieren verificar su identidad de manera online.
Definitivamente aún hay muchos pasos por dar en este camino de evolución tecnológica. Sin embargo se destaca que buena parte de él ya ha sido recorrido. Por tanto muchos de nosotros podemos disfrutar de servicios totalmente online, por ejemplo registrarnos en un banco, sin necesidad de hacerlo presencialmente, evitando filas incómodas y eternas. Para esto compañías como Sumsub facilitan al usuario y a las empresas soluciones digitales para identificar de forma segura a las personas. Desde la comodidad de la casa podemos simplemente tomar una foto de nuestro documento, ese clásico pedazo de policarbonato, y de nosotros mismos; o acercar los modernos chips con información biométrica ¡y listo!
Sobre Sumsub
Sumsub es la plataforma líder de verificación de identidad, que ofrece un conjunto completo de herramientas técnicas y legales para satisfacer las necesidades de KYC/KYB/AML. Sumsub ayuda a las empresas a atraer más clientes, acelerar la verificación, reducir los costes y combatir el fraude digital.
Sitio web de Sumsub:
[1] https://www.eltiempo.com/politica/partidos-politicos/cedula-digital-fotos-de-la-evolucion-de-las-cedulas-colombianas-hasta-la-electronica-551476.
[2] Como es el caso de las libretas de enrolamiento y libretas cívicas en Argentina antes de 1968. http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/28130/texact.htm.
[3] Así lo han establecido en los años más recientes países como Argentina y Colombia. https://www.argentina.gob.ar/noticias/dni-no-binario-un-gran-paso-hacia-la-visibilizacion-y-el-reconocimiento-la-identidad y https://www.eltiempo.com/justicia/cortes/fallo-ordena-incluir-genero-no-binario-en-cedula-de-una-persona-647471.
[5] https://gestion.pe/peru/que-ventajas-tiene-el-dni-electronico-dni-azul-documento-nacional-de-identidad-nnda-nnlt-noticia/?ref=gesr.