Según Modern Intimacy, como sociedad seguimos creyendo que hablar de sexo está mal. Según el Informe sobre Relaciones Sexuales Positivas, sólo el 26% de los jóvenes se siente cómodo hablando de temas relacionados con el sexo con sus padres, y el 90% utiliza Internet como principal fuente de información sobre el tema.
Por ejemplo es natural masturbarse, e incluso se considera un aspecto importante del desarrollo sexual saludable. Independientemente de la frecuencia con la que lo hagas o del tiempo que conozcas a tu pareja, masturbarse es perfectamente saludable como forma de expresión sexual.
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Los seres humanos son seres sexuales, y ver a tu pareja frotándose no debería hacer saltar inmediatamente las alarmas. Muchas personas creen que tener una pareja que se masturba en una relación significa que ya no está interesada sexualmente en su pareja. Este no es el caso y ninguna pareja debería tomar este acto como algo distinto, al menos no por sí mismo.
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Dicho esto, una adicción a la masturbación es una historia diferente. Si usted sufre de una adicción crónica e impotente a la masturbación, consulte a un profesional médico para buscar tratamiento.
Puede que hayas oído de pasada que los hombres piensan en el sexo cada 7 segundos. Mientras que algunos pueden considerar esta afirmación como absurda, otros no necesariamente la refutan. Algunos incluso la alientan, deleitándose con la idea de la propia promiscuidad.
Pero la realidad es bastante menos picante que eso. El pensamiento sexy sigue envolviendo nuestras mentes, pero sólo aparece cada hora más o menos de nuestra vida de vigilia en promedio, o unas 19 veces al día, para ser exactos. Es posible que haya días en los que no puedas librarte de esa libido, pero no serán todos los días.
Tener una conexión física e íntima con tu pareja, por sí sola, puede ser una sensación increíble que vale su peso en oro. Incluso el simple hecho de abrazar a tu pareja puede liberar una hormona del bienestar conocida como oxitocina, que refuerza el vínculo y la confianza que compartes con quien te acuestas.
Muchos sexólogos explican que los hombres deben comprendan que una relación sexual con una mujer no es un espectáculo, y deben liberarse de inhibiciones.
Los hombres, al igual que las mujeres, tienen miedos y ansiedades a la hora de mantener un encuentro sexual. Es cierto que los miedos de uno y otro género son diametralmente diferentes; las mujeres suelen tener miedos relacionados más que con la sexualidad, con la afectividad, mientras que la mayor parte de los miedos de los hombres tienen que ver con no rendir sexualmente como debieran.
En algunos casos los miedos pueden perderse en el mercado existen espacios y ambientes donde rompen el miedo, como esta nueva startup, Dulzon que está dando los primeros pasos para romper este ciclo sin fin, para aquellas personas que quieren llegar mucho más allá.
Esta opción puede ser ideal para personas que son solteras y están preparándose para encaminar lo mejor para sus futuras relaciones sexuales y pierdan el miedo escénico.
Los temores relacionados con la sexualidad sin duda pueden afectar a la respuesta sexual y a la satisfacción sexual. El miedo normalmente genera evitar a que tengamos miedo. El tema es que, a mayor evitación de ese miedo, este miedo se hace más intenso generalmente, y hay alta probabilidad de desarrollar problemas de disfunción sexual. Estos temores sin duda pueden llegar a dificultar el deseo sexual, la excitación sexual y el orgasmo, así como la satisfacción sexual generalizada.