Por: César Ortiz Anderson
Pdte. de APROSEC
Aclaremos el panorama, la marcha efectuada en la Ciudad Universitaria de San Marcos, no fueron más de 50 "personas" y no todos eran estudiantes según nuestras propias averiguaciones, la marcha con banderolas rojas constituyen sin duda un acto provocador, los pueblos que olvidan sus errores están propensos a repetirlos.
Jamás deberíamos olvidar lo ocurrido aquel 17 de mayo en un lejano pueblito de Ayacucho "Chuschi", donde Sendero Luminoso llevó a cabo su primer acto de guerra, quemando las ánforas y células de votación, la respuesta política en ese entonces fue el de minimizar los hechos, es cierto que los autores fueron rápidamente capturados, se repuso de forma inmediata el material electoral y el hecho recibió muy poca atención de los diversos medios de comunicación, el resto de la historia es ya por demás conocida, el senderismo emergente tiene que ser combatido también en forma política, no debemos dejarlos actuar en ningún escenario, frente a un enemigo común no debe existir ambigüedades, además hoy el Estado con la experiencia ganada en esa sangrienta guerra interna, tiene las herramientas para actuar en Democracia.
Hoy en un interesante árticulo del Sociólogo Sinesio López Jiménez en el diario la república, nos recuerda que en los inicios de su primer gobierno, García realizó elogios desconcertantes de la heroicidad y de la entrega de los cuadros senderistas, ello en la actualidad estaría catalogado como apología al terrorismo, pero es verdad que solo Dios y los imbéciles no cambian.
Cuando todo mal se ataca de forma adecuada desde sus inicios las posibilidades de ganar son altas, sin duda el Rector de la universidad tiene que imponer su autoridad y no permitir que se repitan hechos como los ocurridos.
Finalmente como política de Estado todos debemos estar unidos en la lucha contra el terrorismo.