El transfuguismo en el Perú, se ha convertido en una de las “actividades económicas” más atractivas para algunos “inversionistas nacionales”, porque requiere poca inversión, brinda grandes utilidades y la recuperación de la inversión es en corto tiempo.
Por ejemplo, si un tránsfuga o seudo político invierte diez mil dólares para estar en la lista de regidores de la Municipalidad de Lima, ésta inversión la recuperaría en tres meses, porque el ingreso mensual aproximado que perciben por concepto de dietas, es de tres mil dólares, y además le deja una utilidad bruta de ciento treinta y cuatro mil dólares después de cuarenta y ocho meses... dejo a la imaginación de cada lector, qué tan atractivo será para los tránsfugas y seudo políticos invertir para apropiarse de una curul en el Congreso.Otra de las actividades rentables, para “inversionistas extranjeros y nacionales”, es el tráfico ilícito de drogas, ya que rinde altos márgenes de utilidad, pero felizmente nuestras leyes sancionan drásticamente, a todos aquellos personajes que entran en esta ilícita actividad, porque son responsables directos de destruir física y psicológicamente a millones de jóvenes, volviéndolos adictos a la maldita droga.
El narcotráfico y el transfugismo son similares, ambos producen perjuicios a la sociedad, el primero lesiona física y psicológicamente a la persona, y el segundo menoscaba sistemáticamente la confianza y la moral del pueblo, elementos esenciales para construir un país próspero con justicia social.
Los tránsfugas y seudo políticos, son los responsables de hacer, que la democracia en el Perú sea un espejismo en el desierto, para que el pueblo viva la ilusión de un país próspero, mientras ellos construyen su propia pirámide de poder económico (lobby), sin importarles el desarrollo del país.
Es urgente, que el Congreso de la República retome los proyectos referente a las sanciones y castigos severos, a los tránsfugas que se cambian de partido y venden su alma al diablo, sin importarle el daño moral que ocasionan a sus electores y pueblo en general. Es necesario, decirles a la mayoría de los Congresistas , que no pierdan el tiempo con temas estúpidos, como las firma falsas, porque lo único que logran , es crear más desconfianza con los ciudadanos.
También, debería haber sanciones drásticas y ejemplares para los partidos políticos que acogen a los tránsfugas , personajes que definitivamente no contribuyen a recuperar la confianza de los partidos políticos con el pueblo, si no todo lo contrario, resquebrajan permanentemente la democracia.
En recientes declaraciones en CPN radio la Sra. Cristala Constantinides, Presidenta de la Región Moquegua y miembro del Partido de Somos Perú, dijo que las renuncias de los legisladores Natale Amprimo, Iván Calderón y Jorge Mera, no hacen más que debilitar la democracia, por cuanto pidió una sanción ejemplar para aquellos “tránsfugas” que solo aceptan estar en un partido para conseguir una curul.... No podemos continuar así, hay gente que solo ingresa a la política para obtener cargos . Ahí tenemos ejemplos, como Ronnie Jurado, Anel Towsend, Ernesto Herrera y cuantos otros han ingresado a Somos Perú para obtener cargos y al final se salen frente a un proceso electoral.
Los tránsfugas no cometerían ninguna falta, siempre y cuando se presenten a las elecciones generales y locales mostrándose como son “tránsfugas”, formando su propio partido “Tránsfugas S.A.”, para que libremente los electores voten por ellos, y en época de campaña los acompañen a bailar la danza “La farsa” ; lo que no pueden hacer los tránsfugas, es estafar al pueblo ocultando sus verdaderas intenciones al ingresar a una colectividad política, especialmente la que esta de moda, para lograr simplemente sus aspiraciones personales o de grupo.
Hoy el PPC y los demás partidos políticos, tienen la oportunidad de poder recuperar la confianza del pueblo, con un cambio de actitud de los dirigentes y militantes, de no aceptar la incorporación de los tránsfugas a las organizaciones políticas y pedirles que regresen a sus respectivas colectividades, dejando sus apetitos personales de esta manera, estaríamos dando una lección cívica, que tanta falta le hace a nuestro país.
Por: Abelardo Valera .