El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de confirmar al Perú como país abanderado del crecimiento en América Latina con una proyección de 8.3 por ciento para el ejercicio de 2010, y de 6 por ciento para 2011.
En su informe Perspectivas económicas mundiales, el citado organismo ubica además a nuestro país como integrante del grupo AL-4 conjuntamente con Brasil Chile y Colombia, calificando a sus respectivas economías de las más sanas y vigorosas de América del Sur.
Esta calificación constituye un alentador y estimulante espaldarazo a la economía peruana, más aún si se tiene en cuenta que el citado informe semestral del FMI anuncia que Brasil desplazó a España del octavo puesto del ranking económico mundial.
En conjunto, el Perú y los otros tres países mencionados lideran la tendencia alcista en la región con una previsión de crecimiento promedio de 6.3 por ciento para este año y 4.1 por ciento para 2011.
Nuestro país no solamente va adelante en crecimiento productivo. Entre otros indicadores macroeconómicos positivos, el informe también ha proyectado una tasa de inflación de 1.7 por ciento en 2010 y de 2.5 por ciento en 2011, frente al 2.9 por ciento de 2009, es decir, se confirma que mantendremos la inflación más baja del continente, en el marco de una estricta disciplina fiscal y un adecuado manejo macroeconómico, todo lo cual nos ha permitido salir airosos de la crisis financiera mundial y retomar el ritmo acelerado de crecimiento.
Como puntos de referencia que nos dan una idea más aproximada sobre el extraordinario avance del Perú, hay que señalar que el FMI prevé que Brasil crecerá este año 7.5 por ciento, mientras que en 2011 se ralentizará hasta en 4.1 por ciento.
En el caso de Colombia, el mencionado informe destaca que ese país logró remontar un retroceso económico y ahora le asigna un crecimiento de 4.7 por ciento en 2010, después de que en abril el organismo esperaba que la expansión fuera de tan sólo 2.2 por ciento.
La política peruana, de total apertura a los capitales provenientes de todo el mundo y la diversificación de sus exportaciones en los mercados globales, constituye otra de sus fortalezas para avanzar hacia un futuro emergente, según el citado estudio, en el que se contrastan las posibilidades de los países del grupo AL-4 con México, país que ha experimentado una extraordinaria recuperación, pero que es más vulnerable por su estrecha vinculación con Estados Unidos.
Bien lo señaló la semana pasada el presidente de la República, Alan García Pérez, cuando advirtió que el Perú debe prepararse para asumir nuevos y grandes retos, porque nuestro ritmo de crecimiento con justicia social nos pone en la perspectiva de emprender la ruta histórica que eligieron las potencias mundiales de Oriente y Occidente.