CCL considera que reformas estructurales asegurarán ingreso del Perú al Primer Mundo, el presidente de la CCL, Ing. Carlos Durand, señaló que para crecer sostenidamente, el ruido político de campaña electoral no debe afectar la economía nacional. A un año de terminar el actual gobierno ya se ha cumplido con la meta de tene0072 reservas superiores a US$ 30.000 millones y generar más de 1.5 millones de empleos.
El Perú debe crecer en promedio por encima de 8% al año para ingresar al Primer Mundo en el año 2021 y contar un PBI per cápita de, al menos, US$ 21,500 medido en términos de paridad de poder de compra y además lograr los estándares de vida de las economías desarrolladas con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) por encima de 0.90, refirió el Ing. Carlos Durand Chahud, presidente de la Cámara de Comercio de Lima.
Como se recuerda durante su Mensaje por Fiestas Patrias, el Presidente de la República estableció metas en el marco del Plan Bicentenario hacia el año 2021: 10% de pobreza, 5% de desnutrición infantil y una educación con 70% de comprensión lectora y de capacidad lógico-matemática, así como una salud de calidad.
El Presidente de la CCL señaló que el Perú ha registrado avances importantes en materia económica y social en los últimos años, lo cual nos posiciona en la ruta correcta hacia dicha meta. Sin embargo, consideró necesario continuar
con el impulso a las reformas estructurales para incrementar la productividad del país.
Metas al 2011
De acuerdo con un análisis del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), mantener los fundamentos macroeconómicos en el Perú le ha permitido al actual gobierno cumplir, incluso un año antes que termine, con algunas metas que se trazó al iniciar su gestión, como en las reservas internacionales y la generación de empleo.
En el primer caso, el gobierno se propuso llegar al 2011 con reservas internacionales por US$ 30.000 millones. Hacia fines del año pasado las reservas internacionales sumaban US$ 33.135 millones y actualmente bordean los US$ 40 mil millones. Asimismo, al término del gobierno se esperaba generar 1.5 millones de puestos de trabajo. Hasta el año pasado ya se habían creado 2 millones de empleos.
El presidente de la CCL explicó que la solidez mostrada por la economía peruana se vio reflejada en el avance de los principales indicadores macroeconómicos y de índole social, lo cual allana el camino para que nuestro país alcance los estándares del Primer Mundo, hacia el año 2021.
Cabe anotar que en abril pasado la CCL organizó su IV Foro Internacional Anual de Economía Quo Vadis Perú, “Perú país del Primer Mundo: ¿Cómo y Cuándo?”, que permitió formular diversas propuestas para incrementar la productividad nacional de cara a lograr ser un país del primer mundo, las que en cierta medida han venido siendo acogidas por el Congreso y el Ejecutivo.
Más inversión privada El Presidente de la CCL refirió que estos avances han tenido un efecto muy positivo sobre los niveles de confianza de los inversionistas, permitiendo al país obtener calificaciones de grado de inversión por las tres
agencias calificadoras más renombradas del mundo.
Según el análisis del IEDEP de la CCL, entre 2006 y 2009, es decir, en los primeros cuatro años de la actual administración, la inversión privada creció anualmente en 12,2%, acumulándose US$ 84.972 millones.
El IEDEP de la CCL estima que al cierre del presente año se registraría US$25.886 millones por concepto de inversión privada, acumulando US$ 110.857 millones entre 2006 y 2010, superando la meta establecida por el actual régimen: US$ 100.000 millones al 2011.
Más y mejor inversión pública
El IEDEP de la CCL señaló que otro de los aspectos que han contribuido a mantener el crecimiento sostenido del país ha sido la mejora de la inversión pública, componente que ha visto incrementar su participación en la actividad económica nacional al pasar de 2.8 a 5.3% del Producto Bruto Interno (PBI) entre el 2006 y 2009 y que significó un desembolso de más de US$ 18.000 millones.
Este año se desembolsarían más de US$ 8.000 millones adicionales, acumulando en total US$ 26.464 millones. La CCL considera que la meta fijada para este indicador (US$ 30.000 millones al 2011) también se superaría.
Pese al avance, el Perú aún posee un déficit de infraestructura de alrededor US$ 43 mil millones. Incrementar la inversión en la reducción de esta brecha elevará la competitividad nacional, reducirá costos logísticos y mejorará la calidad de vida de la población (en especial del interior del país), permitiendo capitalizar los beneficios que ofrecen los Tratados de Libre Comercio (TLC’s) celebrados por nuestro país y consolidar el proceso de descentralización.
Menor pobreza
El IEDEP de la CCL resaltó el importante avance en la lucha contra la pobreza al considerar que el Perú fue uno de los pocos países en el mundo que redujo este indicador en un contexto de crisis mundial pues, entre el 2006 y 2009, la incidencia de la pobreza disminuyó en 9,7 puntos porcentuales.
Cabe anotar que al iniciar el gobierno la tasa de pobreza era de 48.7%. Según el INEI este indicador bajó a 34.8% el año pasado. Para la CCL, de continuar con el buen desempeño de la economía nacional es posible llegar a la meta trazada por el gobierno: 30% al 2011.
“Es necesario focalizar los esfuerzos para reducir el grado de desigualdad en el área rural, pues de ello depende que nuestro país se consolide como una nación desarrollada”, refirió el Ing. Carlos Durand Chahud.
En consecuencia, refirió que es necesaria una mayor cobertura de servicios básicos (como agua, desagüe, electricidad, telefonía, acceso a caminos y carreteras), en las zonas más alejadas del país; así como una mayor inversión en capital humano, brindándole salud y educación apropiadas. “Una mayor equidad en la distribución de oportunidades le permitirá a las personas obtener mejores ingresos vía empleos adecuados o iniciativas empresariales propias”, anotó.
Empleo formal
Asimismo, el crecimiento del empleo formal sustentado en la flexibilización del marco normativo laboral dispuesto por la nueva Ley Mype, que rige desde el 2008, ha contribuido a obtener resultados favorables.
Dicha norma contribuyó a que el Perú retroceda 49 posiciones en el Índice de Facilidad de Empleo de Trabajadores del Informe Doing Business 2010 del Banco Mundial, al pasar del puesto 161 (en el 2009) al 112 este año, de un total de 183 economías.
En el caso de Lima Metropolitana, la nueva Ley Mype permitió que la fuerza laboral en el sector informal se redujera en seis puntos porcentuales entre el 2002 y el 2008, al pasar del 61 al 56% de la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada.
Sin embargo, el IEDEP de la CCL indicó que una fracción significativa de la masa laboral del país aún proviene de la actividad informal, lo cual priva a los trabajadores de acceso a beneficios laborales y seguridad social.
Agenda pendiente
En consecuencia, el Presidente de la CCL considera que se debe otorgar particular relevancia al impulso de las reformas estructurales, en especial la modernización del Estado, la flexibilización de la normativa laboral, la simplificación y ajuste de la tributación y singular énfasis en la política tecnológica e innovación y en elevar el acceso de la población a la salud y educación.
El Perú aún es débil en aspectos institucionales, básicos de una economía de mercado, como los derechos de propiedad y estabilidad jurídica. Además, es fundamental para su funcionamiento eliminar la corrupción y reducir la inseguridad, que están alcanzando niveles preocupantes.
Asimismo, es necesario continuar eliminando las barreras burocráticas en el aparato estatal, que frenan la formalización empresarial y constituyen trabas para que las empresas ingresen y se mantengan en el mercado, especialmente en el ámbito de los gobiernos locales.
De acuerdo con el Informe Doing Business 2010, el Perú se encuentra en el puesto 112, de 183 países, en el indicador de apertura de negocios. En el Perú se deben realizar 9 trámites, que toman 41 días y con un costo de 24.5% del ingreso per cápita.
Finalmente, el Ing. Carlos Durand enfatizó en la necesidad de que si bien el impulso a las reformas estructurales asegurará el desarrollo del país, también es necesario que el curso económico y el ruido político que viene generando
la campaña electoral caminen por cuerdas separadas para que el crecimiento nacional sea alto, sostenido, descentralizado e inclusivo, asegurando nuestro ingreso al Primer Mundo hacia el año 2021.