Los ejecutivos, los empleados y, en muchos casos, los clientes de una empresa muy a menudo se hacen la siguiente pregunta: ¿cuáles factores nos facilitan saber si la empresa está o no saludable? Las respuestas le permitirán a los mismos determinar las decisiones en favor de garantizar la operación continua de ésta.
Los financieros y contadores responderían que factores como el flujo de caja y la liquidez, entre otros indicadores, permitirán conocer cómo está la misma.
Lo cierto es que no sólo los factores financieros pueden posibilitarnos saber si la empresa está saludable o no. La salud de una empresa –al igual que el cuerpo humano– depende de varios factores, en lugar de uno solo.
Si llevamos un negocio, no importa si es una tienda en la esquina o una multinacional, existen tres indicadores claves que realmente trabajan: nivel de compromiso de los empleados, satisfacción del cliente y el flujo de caja. Esta medición no nos dirá todo lo que necesitamos saber, pero sí estaría muy cerca de ello.
Es importante también considerar el riesgo comercial, la tendencia de las ventas, la satisfacción de los empleados, la seguridad, la productividad de la mano de obra, la liquidez de la empresa, cumplimiento de las metas de producción, nivel de eficiencia de los procesos, margen de beneficios y sus tendencias, tendencias del mercado al que pertenece, entre otros.
Nivel de compromiso de la gente con la empresa. Esto, a su vez, se puede extender a qué tanto apoyan los empleados a la empresa, a sus productos/servicios y qué tanto puede confiar la empresa en ellos y, por ende, qué tan satisfechos están con la empresa.
El lograr que los empleados estén identificados no sólo con realizar su trabajo de día a día, sino también a colaborar para el éxito de las operaciones de la empresa, es algo que en términos generales nos precisa que contamos con una empresa exitosa.
El margen de beneficios ¿Disminuye o se incrementa? ¿Cuáles son los planes a ejecutar para que éstos incrementen? ¿Qué tendencia tiene la cartera de clientes de la empresa? ¿Está incrementando, se mantiene o estamos perdiéndolos?
Indudablemente, este factor es soportado por el primero. Si no se cuida el cliente y se buscan las formas de retenerlo, la existencia de la empresa puede estar en peligro.
El ambiente laboral. En un ambiente laboral no adecuado, los empleados no logran el mismo rendimiento ni tampoco hay la misma motivación para incluso mejorar los procesos.
Un ambiente laboral adecuado y motivador permitirá que el buen rendimiento y la innovación sea la práctica común de los empleados de la empresa y afianzará el compromiso de éstos con la misma.
Liquidez. ¿Puede la empresa enfrentar en el corto plazo con sus compromisos?
Gestión de los riesgos. Este es un tema que está siendo muy enfocado por los directores y gerentes de las empresas, el estándar ISO31000 fue desarrollado para su gestión.
Por mucho tiempo la gestión de riesgos sólo era enfocada por las empresas aseguradoras, pero los altos ejecutivos de las empresas notaron la importancia de enfocarse en el control de ellos para la continuidad de sus operaciones, así como de otros aspectos internos de la empresa y sus productos y/o servicios.
En general, lo importante es considerar los aspectos de diferentes tipos, obteniendo una mayor gama de información y una mejor idea sobre cómo marcha la empresa.
Dependiendo del tipo de empresa, unos factores serían de mayor importancia que otros, pero esto debe ser evaluado y establecido por los ejecutivos como parte de su estrategia de gestión.
El Peruano
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