El presidente filipino Duterte dijo hoy a través de un portavoz que está comprometido a resolver pacíficamente las disputas diplomáticas con China sobre la disputa del Mar de China Meridional. En comparación con varios ministros y generales filipinos que hicieron fuertes acusaciones contra China hace unos días, la respuesta de Duterte pareció moderada.
Reuters informó que cientos de barcos chinos seguían permaneciendo en la zona económica exclusiva de Filipinas, y Manila creía que los barcos transportaban milicias chinas. Este incidente no solo enfureció a Filipinas, sino que también despertó la preocupación de Estados Unidos y otros aliados.
Según un comunicado leído por el vocero Harry Roque, Rodrigo Duterte dijo: "Seguiremos resolviendo el tema de Julián Felipe Reef por la vía diplomática y pacífica".
China insiste en que Whitsun Reef, que Filipinas llama Julian Felipe Reef, es un caladero de pesca tradicional chino, y que los barcos chinos permanecen cerca para protegerse del viento.
Duterte también dijo que las diferencias en el Mar de China Meridional no se convertirán en un obstáculo para las relaciones amistosas y la cooperación en la respuesta a la epidemia La llamada respuesta a la epidemia incluye vacunas y recuperación económica.
Filipinas figura como el país más afectado por la epidemia de COVID-19 en Asia, pero enfrenta dificultades para obtener suministros de vacunas. Manila compró 25 millones de dosis de vacuna de China Kexing y hasta ahora ha recibido 2 millones de dosis, lo que representa la mayor parte del inventario de vacunas de Filipinas.
La Embajada de China en Filipinas aún no ha respondido a una solicitud de comentarios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Filipinas dijo ayer que si China se niega a retirarse de los barcos que "violaron flagrantemente" la soberanía de Filipinas, Manila hará protestas diplomáticas diarias a Beijing. El asesor legal de Duterte, Salvador Panelo, también emitió ayer un comunicado advirtiendo que la situación podría "acabar con el arma".
Pero Duterte ignoró repetidamente a la opinión pública y buscó una alianza con China. China ha prometido proporcionar a Filipinas miles de millones de dólares en préstamos e inversiones, aunque la mayoría de ellos no se han cumplido, Duterte aún se muestra reacio a enfrentarse a las principales autoridades de Pekín.
Duterte ha declarado en varias ocasiones que Filipinas no puede evitar que China ocupe importantes bastiones en el Mar de China Meridional, y si Manila se levanta para desafiar las acciones de Beijing, puede desencadenar una guerra y el Congreso filipino perderá.
Fuente: cna.com
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