El sector de la construcción es uno de los más peligrosos dentro del mundo laboral. Se trabaja en altura, a veces sin las protecciones necesarias, y las caídas son relativamente frecuentes. Justamente por producirse desde plantas elevadas del edificio, en ocasiones son mortales. Pero también se producen otros tipos de accidentescomo los provocados por herramientas que se caen o los sucedidos a causa de escaleras en mal estado. Por todo ello, es imprescindible dotar a los obreros de elementos de seguridad como arneses, redes o barandillas.
En cualquier caso, quien sufre una lesión en un sitio de construcción tiene una serie de derechos que tiene que conocer. De hecho, todos los trabajadores por cuenta ajena (y últimamente también algunos autónomos) están amparados por la ley ante un accidente laboral. Y la mejor manera de informarse es recurrir a un abogado experto en el tema, que le asesorará acerca de los pasos a seguir.
Para empezar, sectores como el de la construcción tienen un convenio que obliga al empresario a suscribir un seguro para sus trabajadores. De esta forma, si uno de ellos sufre un accidente mortal o que le deje incapacitado, cobrará una indemnización marcada por la póliza. Además, en el primer caso, su familia tiene derecho a cobrar otra cantidad procedente del Estado. En cuanto a la incapacitación, esta puede ser temporal o permanente. Si se trata de la primera, el trabajador cobrará un subsidio mensual mientras no pueda trabajar, mientras que, si es la segunda, tendrá derecho a una pensión vitalicia por no poder desempeñar su empleo. Y, por supuesto, el Estados se hará cargo de los gastos sanitarios derivados del suceso.
Todo lo anterior será así en caso de que el empresario contratante tenga todos los papeles en regla. Pero, si no los tuviera o el accidente se produjera por falta de las medidas de seguridad legales, el trabajador podrá igualmente reclamar responsabilidades a aquel. Entonces, sería preciso recurrir a la vía judicial y lo mejor que puede hacer el empleado o sus familiares es buscar un abogado especializado en este área para que lleve su caso. Será un juez quien dictamine la indemnización que corresponde al trabajador en función de las lesiones que sufra y del baremo de responsabilidad civil. No en balde y como es lógico, el empresario está obligado por la ley a poner todos los medios para evitar que se produzca un accidente laboral.
En conclusión, construir edificios es un trabajo arriesgado, pues muchas veces se desempeña en altura, lo cual provoca accidentes. Pero las leyes laborales amparan al operario, que, en caso de sufrir uno, tiene garantizada la asistencia sanitaria, una indemnización mientras no pueda desarrollar su profesión y, si su incapacidad es permanente e invalidante para ejercer su trabajo, cobrará una pensión que le permita hacer frente a las necesidades de la vida. En cualquier caso y para reclamar, lo mejor es ponerse en manos de un abogado experto en estos temas para que se haga cargo de ejercer las acciones correspondientes.