La dinámica de una diversidad de actividades, Arequipa está creciendo a pasos agigantados y se ha convertido en una región de oportunidades. Además de atraer inversiones, esa expansión representa nuevos desafíos que deben ser atendidos, para alcanzar una mayor inclusión social y competitividad.
Como cada domingo, André se despide de su madre, hermanas y tíos. Va rumbo al aeropuerto para abordar el avión que lo llevará a Arequipa. Desde hace poco más de seis meses su vida la comparte entre Lima y la Ciudad Blanca. Es una nueva experiencia, pues nunca antes estuvo tanto tiempo alejado de su familia, pero ahora disfruta de este trajín: tres semanas trabaja en una minera en la región sureña y la cuarta la pasa con sus seres queridos.
Él es un joven ingeniero industrial graduado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, una especialidad que tiene gran demanda por la falta de profesionales capacitados. Los pocos que hay son los más requeridos por las empresas.
La historia de André es como la de otros jóvenes profesionales de Lima que no han dudado en salir de la capital para forjarse un futuro y ser los actores principales de ese importante despegue económico que se vive en las regiones, como es el caso de Arequipa, que se ha convertido en el epicentro del pujante crecimiento del interior del país y, en especial, del sur.
Fuente: El Peruano