Michael Lohan fue hasta la casa de su hija en Venice, California, y tocó a su puerta para llevarla a una clínica de rehabilitación, y la actriz lo más que se le ocurrió fue llamar a la policía, que fue hasta allá para ver que estaba pasando.
El padre de la actriz considera que la no aparición de Lindsay en el estreno de 'The Canyons'es la consecuencia directa de que la actriz esté viviendo una nueva etapa de ingesta de drogas y alcohol, que no la va a llevar a ningún sitio más que a la propia muerte.
Michael comentó que esta idea de ir a casa de su hija a convencerla de que deje ese tipo de vida no es sólo una iniciativa propia, sino que todos los que trabajan con la actriz opinan igual, y que de hecho algunos acudieron ayer por la tarde a casa de la joven para hablar con ella.
Al llegar Michael se encontró con un joven que afirmó ser el novio de la actriz y le dijo que se marchara de la casa. Igualmente le comentó que Lindsay estaba bien y que si tenía algún problema jamás lo resolvería con su padre. Tras la llegada de la policía se produjo una conversación entre los agentes y los propietarios de la casa. Todos, incluido Michael, abandonaron el lugar.
Como es de costumbre, la madre de Lindsay, Dina, salió a declarar que detestaba la actuación de su ex marido, y que apoyaría a su hija en el pedido de una orden de restricción en contra de su padre.
Fuente: La Botana