La vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson mostró signos prometedores contra la variante Delta, en un reducido estudio de laboratorio de protección contra esta cepa del virus SARS-CoV-2 que se propaga por los EE. UU. y otros países, dijo la compañía.
En el ensayo, este inoculante provocó fuertes niveles de anticuerpos neutralizantes en muestras de sangre tomadas de ocho personas vacunadas, anunció J&J este jueves.
El desempeño positivo se suma a un conjunto creciente de evidencia que indica que las vacunas COVID-19 actualmente autorizadas pueden proteger contra la variante Delta, la mutación de preocupación que alerta a varias naciones del mundo y que parece ser más contagiosa que las cepas anteriores.
Las autoridades sanitarias de todo el mundo han observado de cerca qué tan bien el antídoto de la compañía farmacéutica estadounidense muestra resultados contra esta variante.
Muchos países han contado con suministros, especialmente porque la vacuna es más sencilla de enviar, manipular y almacenar que las inyecciones de Pfizer y su socio BioNTech y de Moderna, y por su distintiva característica de que se aplica en una sola dosis.
Los nuevos hallazgos, publicados por The Wall Street Journal, “refuerzan la capacidad de la vacuna Johnson & Johnson contra el COVID-19 para ayudar a proteger la salud de las personas en todo el mundo”, anunció el director científico de J&J, Paul Stoffels.
Johnson & Johnson también advirtió que su vacuna brinda protección contra el virus SARS-CoV-2 durante al menos ocho meses, la mayor cantidad de tiempo que los investigadores pudieron estudiar la durabilidad de la inyección.
La vacunación es la mejor defensa contra la variante Delta, según las autoridades de salud pública, que han citado la amenaza que representa la cepa al instar a las personas a vacunarse.
Hasta ahora, los estudios han indicado que varias vacunas parecen ser efectivas contra la cepa Delta, especialmente una vez que las personas se han vacunado por completo, aunque las vacunas no son tan protectoras como lo son contra el virus original.
Estudios separados en Inglaterra y Escocia encontraron que las vacunas de Pfizer-BioNTech y AstraZeneca PLC ofrecían una protección sustancial de la variante Delta contra casos severos de COVID-19 y hospitalización.
La inyección de dosis única de J&J se basa en una tecnología diferente a las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, pero funciona de manera similar a la de AstraZeneca.
La inyección de J&J usa una versión modificada del virus responsable del resfriado común, para llevar instrucciones genéticas que enseñan a las células cómo producir la proteína de pico que sobresale de la superficie del coronavirus.
La producción de la proteína de spike o pico, a su vez, impulsa al sistema inmunológico a desarrollar defensas moleculares contra el coronavirus.
En su estudio fundamental, la vacuna J&J fue un 66% efectiva en la protección contra enfermedades graves, aunque pareció ser menos efectiva contra la variante que se encontró por primera vez en Sudáfrica, ahora llamada Beta.
En general, sin embargo, fue muy eficaz en lugares donde las variantes se propagaron durante la prueba. La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA) autorizó la inyección en febrero .
Fuente: https://www.infobae.com/