Todos hemos oído el dicho de Hipócrates: "Que el alimento sea tu medicina, y que la medicina sea tu alimento". Para muchas personas, la verdad de esto puede verse en las muchas maneras en que adoptar y seguir una dieta sin gluten puede mejorar drásticamente su salud. Para las personas con enfermedades relacionadas con el gluten, como la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca, una dieta sin gluten no sólo es la mejor medicina, sino la única.
Enfermedad celíaca
Las personas pueden tener diferentes reacciones a la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, el centeno, la cebada, la avena y otros cereales menos conocidos como el triticale, el farro, el einkorn, la espelta y el kamut.
Algunas personas desarrollan la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune caracterizado por daños en el revestimiento del intestino delgado. La enfermedad celíaca, que antes se consideraba rara, se reconoce ahora como común, con una prevalencia creciente en Estados Unidos y en todo el mundo.
Enfermedad Celiaca
La enfermedad celíaca puede desarrollarse a cualquier edad, incluso en personas mayores. Según un artículo publicado en 2020 en la revista Gastroenterology, antes de que se iniciaran los análisis de sangre para detectar la enfermedad celíaca en la década de 1990, los síntomas "clásicos" que buscaban los médicos eran la diarrea, la pérdida de peso, la mala absorción de nutrientes y los fallos de crecimiento en los niños.
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Tras el inicio de los análisis de sangre para la enfermedad, los investigadores adquirieron un conocimiento más amplio de la gran variedad de síntomas que podía presentar la enfermedad celíaca. Aunque la diarrea sigue siendo un síntoma común, la mayoría de los pacientes reciben su diagnóstico basándose en lo que se denomina presentaciones "no clásicas".
Las presentaciones no clásicas de la enfermedad celíaca incluyen
- Dolor abdominal
- Hinchazón
- Estreñimiento
- Bioquímica hepática anormal
- Síntomas neurológicos (migrañas, epilepsia y ataxia o pérdida de coordinación muscular)
- Anemia ferropénica
- Enfermedad ósea (incluyendo osteopenia y osteoporosis)
- Fatiga
- Retraso de la pubertad
- Diabetes de tipo 1
- Enfermedad tiroidea autoinmune
- Síndrome de Down
- Afecciones cutáneas (psoriasis, eczema y dermatitis herpetiforme)
La "celiaquía silenciosa" es asintomática. Los pacientes no se quejan de ningún síntoma, pero sin saberlo tienen daños en el revestimiento del intestino y malabsorción de nutrientes.
Las personas con enfermedad celíaca no tratada pueden tener osteoporosis debido a la inflamación crónica y a la mala absorción de calcio y vitamina D. Estos pacientes tienen un mayor riesgo de fractura.
Las personas con enfermedad celíaca no tratada también tienen un mayor riesgo de infertilidad, embarazos de mal resultado y linfoma intestinal, un cáncer del intestino delgado.
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Además, cuanto más tiempo pasen las personas con enfermedad celíaca sin ser diagnosticadas y sigan comiendo gluten, mayor será la probabilidad de desarrollar otra enfermedad autoinmune. Sin embargo, las personas con esta enfermedad que son diagnosticadas y tratadas a tiempo no tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades autoinmunes.
Sensibilidad al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no celíaca, también llamada sensibilidad al gluten o intolerancia al gluten, es una afección caracterizada por síntomas gastrointestinales y no gastrointestinales por la ingesta de gluten, pero no es una reacción autoinmune.
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Los síntomas adversos pueden desarrollarse entre unas horas y un día después de comer gluten. Los síntomas pueden variar y pueden ser similares a los síntomas que experimentan las personas con enfermedad celíaca.
Según un estudio italiano de 2014 publicado en BMC Medicine, la gran mayoría de las personas diagnosticadas con una sensibilidad al gluten reportan más de dos síntomas gastrointestinales o no gastrointestinales.
Los síntomas de la sensibilidad al gluten incluyen:
- Dolor abdominal
- Hinchazón
- Diarrea
- Náuseas
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Cansancio
- Dolor de cabeza
- Ansiedad
- Mente borrosa
- Adormecimiento de brazos y piernas
- Dolor articular y muscular parecido a la fibromialgia
- Anemia
- Depresión
- Dermatitis
- Erupción cutánea
- La sensibilidad al gluten es más frecuente en adultos que en niños y es mucho más común en mujeres que en hombres.
Otras investigaciones han indicado que la sensibilidad al gluten puede ser principalmente, y a veces exclusivamente, una enfermedad neurológica.
Aunque todavía puede haber escepticismo o falta de conocimiento sobre la enfermedad por parte de algunos médicos convencionales, la sensibilidad al gluten se describió por primera vez en la literatura médica ya en 1980, y los informes han continuado a lo largo de las décadas. En 2008, salieron a la luz dos importantes revelaciones sobre la sensibilidad al gluten.
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La primera fue que nos enteramos de una importante distinción entre la sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca. Con la enfermedad celíaca, el sistema inmunitario innato, la forma más ancestral de defensa que tenemos contra los "invasores", responde y se coordina con el sistema inmunitario adaptativo, una rama más reciente del sistema inmunitario, para producir la reacción autoinmune que tiene lugar.
En el caso de la sensibilidad al gluten, sólo el sistema inmunitario innato reacciona al gluten. Investigaciones posteriores confirmaron un importante papel del sistema inmunitario innato intestinal en el desarrollo de la sensibilidad al gluten sin una respuesta inmunitaria adaptativa.
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