El exdictador peruano Alberto Fujimori murió a los 86 años, según comunicó su familia.Alberto Fujimori fue una figura controvertida en la historia política de Perú. Su mandato, que se extendió desde 1990 hasta el año 2000, estuvo marcado tanto por logros económicos y el combate al terrorismo, como por acusaciones graves de corrupción, violaciones a los derechos humanos y autoritarismo. Su legado sigue dividiendo opiniones en la sociedad peruana y el mundo.
Ascenso al Poder
Fujimori nació el 28 de julio de 1938 en Lima, hijo de inmigrantes japoneses. Su carrera política comenzó como un outsider, cuando en las elecciones presidenciales de 1990 se presentó como un candidato casi desconocido bajo el lema "Honestidad, Tecnología y Trabajo", prometiendo un enfoque tecnocrático y eficiente para sacar a Perú de su crisis económica y social.
Ganó la presidencia en una sorprendente victoria sobre el reconocido escritor Mario Vargas Llosa, quien representaba a la coalición liberal de derecha. Fujimori heredó un país sumido en el caos, con una inflación galopante y bajo la amenaza constante de dos movimientos guerrilleros, el Sendero Luminoso y el MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru).
El Autogolpe de 1992
El 5 de abril de 1992, Fujimori protagonizó lo que se conoce como el "autogolpe," disolviendo el Congreso de manera inconstitucional y tomando control de gran parte del aparato estatal. Alegó que esta medida era necesaria para enfrentar la crisis del terrorismo y la corrupción. Si bien la medida fue inicialmente apoyada por un sector de la población, consolidó el poder autoritario de Fujimori y debilitó las instituciones democráticas del país.
Después del autogolpe, Fujimori convocó a una Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de 1993, bajo la cual se le permitió reelegirse. Aunque logró controlar el terrorismo, su régimen comenzó a ser asociado con prácticas dictatoriales, abuso de poder y violaciones a los derechos humanos.
Acusaciones de Violaciones a los Derechos Humanos
Durante su mandato, Fujimori y su gobierno fueron acusados de violaciones graves a los derechos humanos, muchas de ellas relacionadas con la guerra contra el terrorismo. Algunos de los casos más notorios incluyen:
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Masacres de Barrios Altos y La Cantuta: En 1991 y 1992, miembros del ejército, bajo el mando del Grupo Colina, un escuadrón de la muerte autorizado extraoficialmente, perpetraron las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, donde murieron civiles inocentes, incluidos niños y estudiantes, acusados de estar vinculados con Sendero Luminoso. Estos actos fueron parte de una política encubierta de "guerra sucia" para erradicar el terrorismo.
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Esterilizaciones forzadas: Entre 1996 y 2000, el gobierno de Fujimori implementó un controvertido programa de esterilización masiva dirigido a mujeres, mayormente campesinas e indígenas, como parte de una política de control de natalidad. Decenas de miles de mujeres fueron esterilizadas sin su consentimiento o bajo coacción. Este programa ha sido condenado como una violación sistemática de los derechos humanos.
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Corrupción y Vladimiro Montesinos: Otro de los grandes escándalos durante su mandato fue la corrupción generalizada que salió a la luz a través de los "vladivideos", grabaciones secretas realizadas por Montesinos que mostraban sobornos y la compra de medios de comunicación, jueces y políticos. Fujimori y Montesinos utilizaron el poder del estado para consolidar su control y perpetuarse en el poder, erosionando la democracia peruana.
Fuga y Caída
En el año 2000, Fujimori ganó un tercer mandato presidencial en unas elecciones ampliamente consideradas fraudulentas, lo que desató protestas tanto dentro como fuera del país. Con el escándalo de los vladivideos y la presión internacional aumentando, Fujimori viajó a Japón para asistir a una conferencia y desde allí envió su renuncia por fax, lo que fue visto como un acto de cobardía y fuga.
Japón le otorgó asilo, lo que generó indignación en Perú. Sin embargo, en 2005, Fujimori viajó a Chile, donde fue arrestado y finalmente extraditado a Perú en 2007 para enfrentar cargos.
Juicio y Condena
En 2009, Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos, específicamente por su responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, así como por secuestros políticos. Además, fue condenado por corrupción. Estos juicios marcaron un precedente en América Latina, siendo uno de los pocos casos en los que un exjefe de estado fue juzgado y condenado por crímenes tan graves.
Legado y Controversia
A pesar de sus condenas, Fujimori sigue siendo una figura polarizante en Perú. Un sector de la población, especialmente aquellos que vivieron el terror de los años de violencia interna, lo recuerda como el hombre que derrotó a Sendero Luminoso y estabilizó la economía. Otros lo ven como un dictador corrupto, responsable de gravísimas violaciones de derechos humanos y del debilitamiento de la democracia peruana.
En 2017, el presidente Pedro Pablo Kuczynski otorgó a Fujimori un indulto humanitario, lo que generó una gran controversia. Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema de Perú anuló el indulto, y Fujimori regresó a prisión.
Sobre su Muerte
El exdictador peruano Alberto Fujimori falleció el miércoles 11 de septiembre a los 86 años, según informó su hija Keiko Fujimori en su cuenta de Twitter. La lideresa de Fuerza Popular señaló que su padre murió "después de una larga lucha contra el cáncer" y pidió que "aquellos que lo estimaron nos acompañen con una oración".
Fujimori enfrentaba varios problemas de salud, incluyendo un cáncer de lengua que requirió varias cirugías debido a la leucoplasia, una condición precancerosa. También sufría de taquicardia, hipertensión y gastritis hemorrágica. Su muerte ha captado la atención de medios tanto nacionales como internacionales.