Paolo Guerrero podría ser condenado a una pena de prisión por agredir a un hincha con un botellazo, señala ayer la prensa germana.
El atacante arrojó una botella en plena cara a un aficionado en abril pasado, enojado por lo que le gritó el hincha cuando se disponía a abandonar el campo.
Guerrero fue sancionado con una suspensión por cinco fechas y debió pagar una multa.