Con una actuación espectacular y sin fisuras, España accedió a la final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 asestándole una auténtica lección a Alemania a la que venció 1-0. El cotejo, disputado en Durban el 7 de julio, fue dominado de manera amplia de principio a fin por los campeones de Europa, que se ganaron el derecho de jugar el encuentro decisivo del certamen por primera vez en su historia. Allí enfrentarán a Países Bajos, por lo que habrá un nuevo campeón en una una ocasión inédita, pues no estarán en una final Brasil, Italia, Alemania ni Argentina.
España salió a demostrar por qué llegó a Sudáfrica como favorito. Con gran presencia en el campo de juego, maniató a los alemanes, manejó el balón y dispuso de las mejores situaciones para desnivelar.
Lo tuvo Carles Puyol a los 14', tras un centro preciso de Andrés Iniesta, pero el cabezazo del defensor se fue por encima del larguero. Los teutones se vieron sorprendidos ante el planteo ibérico y sólo atinaron a salir de contra con pelotazos largos para Miroslav Klose.
Los campeones de Europa, con su habitual paciencia para tocar y tocar el esférico, controlaron las acciones aunque sin ocasionar demasiado riesgo a la portería de Manuel Neuer. Alemania, en tanto, sólo disparó a través de Piotr Trochowski desde 30 metros, para que se luciera Iker Casillas.
El complemento exhibió la misma tónica. Avisó España a los 48’ con una gran acción de Pedro, que eludió a dos rivales y sirvió para Xabi Alonso, que remató desviado. Y a los 59’ dispuso de dos ocasiones en la misma jugada: Xavi disparó de afuera del área, Neuer dio rebote y Andrés Iniesta sacó un centro por bajo que David Villa no pudo conectar por centímetros.
Y lo que se vislumbraba, por fin llegó: en un centro de Xavi, apareció el frentazo imponente de Puyol para quebrar la igualdad (0-1, 73’).
Pese a que los teutones intentaron nivelar de alguna manera el juego y hasta pudieron anotar a través de Toni Kroos, en una buena jugada que finalizó con el remate del atacante y la parada de Casillas, España no se dejaría amedrentar.
Con raptos de orgullo aunque sin ideas claras ni fútbol, Alemania se acercó a la valla de Casillas, con centros y tiros de media distancia. Los ibéricos pudieron liquidar el pleito en un contragolpe de Pedro, que intentó el regate en vez de pasar a su compañero Fernando Torres, que estaba solo ante el portero.
Los últimos minutos agregaron emociones y dramatismo, además de algunas pinceladas de fútbol exquisito por parte de los españoles. El encuentro, por lo mostrado durante todo el compromiso, tuvo un absoluto dueño vestido de camiseta roja.
España enfrentará a Países Bajos en la gran final de la Copa Mundial de la FIFA, el 11 de julio a las 20.30 en el estadio Soccer City de Johannesburgo, mientras que los germanos irán por el tercer puesto ante Uruguay, el 10 de julio a la misma hora en Puerto Elizabeth.
Fuente: FIFA