Siempre es oportuno mirar los encuentros de vóley de nuestros seleccionados, porque además de ser el deporte que más lauros brindó al deporte nacional, en los últimos tiempos la federación entendió que debía volver a la técnica asiática y tras convencer al ya veterano coreano Man Bok Park (gestor de lo más brillante) para que se haga cargo de la dirección técnica del vóley nacional, con el importante aporte de Telefónica.
Éste recomendó la contratación de un paisano suyo, Kim Cheol Yong, con quien se trata de recuperar el sitial perdido, aunque lograrlo tome tiempo. Es que después de 1988, en que con “Manbo” peleamos la medalla de oro olímpica en Seúl, fuimos perdiendo terreno, a la vez que Brasil recuperaba su supremacía, y Argentina y Venezuela nos dejaban atrás.
Últimamente, el equipo de mayores jugó la Copa Telefónica, iniciando su preparación al Mundial de Japón, que se disputará en octubre, aunque la verdadera meta son los Juegos Olímpicos de 2012. El equipo nacional llegó a la final con Cuba, que trajo un equipo compacto y rapidísimo. Y aunque se extrañó a la capitana Leyla Chihuán, lo cierto es que las chicas dejaron el alma en la cancha para caer por 3-1, que no refleja fielmente cómo se jugó tan vibrante partido.
Pero hay algo que destacar. La promoción que hace Kim en el equipo de mayores, incluyendo a juveniles como Daniela Uribe, Karla Ortiz y Angélica Aquino, quienes no desentonaron y le dieron consistencia al sexteto en los momentos más reñidos del match, especialmente en el segundo set, que se perdió 26-24 ante un coliseo miraflorino delirante. De las titulares mayores estuvieron Jessenia Uceda, Patty Soto y Elena Keldibekova. Palmas para todas ellas.
Y lo que se debe hacer de inmediato es una gira por Europa y Asia, en un esfuerzo de nuestras autoridades, porque es la única forma en que las jugadoras eleven su nivel y lleguen con mejor técnica (especialmente en bloqueo y recepción) para cumplir las instrucciones del técnico en la cancha. Sólo así, también, adquirirán la experiencia suficiente para ir creciendo en lo personal y como equipo. Eso lo sabe Manbo, como Kim y la asistenta Natalia Málaga. Este columnista siguió paso a paso la revolución del vóley, desde la llegada de Akira Kato, en 1965, hasta la gloria alcanzada con Man Bok Park, en 1988. Las chicas de hoy nos han devuelto la fe y eso es valioso... Hasta la próxima.
Roberto Salinas (El peruano)