Científicos australianos identificaron las cinco familias de virus que representan la mayor amenaza pandémica y le dijeron al gobierno federal que comience a reforzar sus defensas y desarrolle nuevos medicamentos para prevenirlos y tratarlos.
Las familias de virus incluyen las que causan el dengue, el chikungunya y la hendra, que los científicos descubrieron el año pasado que estaban mutando y adquiriendo nuevos huéspedes animales.
Las amenazas de pandemia aumentan drásticamente a medida que la crisis climática y la deforestación acercan cada vez más a los seres humanos y a los animales, mientras que los viajes aéreos permiten que un virus se extienda rápidamente por todo el mundo.
"Los brotes víricos a gran escala están aumentando en frecuencia y gravedad", dijo Greg Williams, director asociado de salud y bioseguridad del CSIRO. "Habrá otro".
El país también debe seguir invirtiendo en la fabricación de vacunas en tierra, según un nuevo informe del CSIRO, Strengthening Australia's Pandemic Preparedness.
Australia sigue importando casi todas sus vacunas. Incluso después de la apertura de la nueva planta de vacunas de Moderna en Victoria en 2024, seguirá habiendo algunos tipos de vacunas que no pueden fabricarse aquí.
Frecuencia de los brotes de enfermedades virales
Principales brotes de enfermedades infecciosas por zoonosis (1910-2020)
"Eso puede dejarnos vulnerables. Porque no sabemos cuáles de estas tecnologías serán necesarias para la próxima pandemia", dijo Williams, coautor del informe.
Los científicos llevaban años advirtiendo a los gobiernos del mundo del riesgo de que un coronavirus saltara de los animales a los humanos antes de que apareciera el COVID-19, advertencias que cayeron en saco roto.
Entre 1910 y 1970 hubo cuatro grandes brotes de enfermedades infecciosas. Sólo en la última década se han producido cinco, señala el informe.
Una de las cinco familias de virus que destaca el informe, Coronaviridae, es la responsable de la actual pandemia de COVID-19. Cinco nuevos coronavirus han saltado a los humanos en los últimos 20 años.
- Los virus Flaviviridae y Togaviridae suelen propagarse a través de los mosquitos, e incluyen el dengue, la fiebre chikungunya y la encefalitis japonesa, que se detectó por primera vez en Australia este año, cuando se cobró cinco vidas.
- Los virus Orthomyxoviridae incluyen todas las cepas de la gripe. Pero son los virus Paramyxoviridae, altamente letales, como el hendra, los que quizá constituyan nuestra amenaza geográfica más cercana.
- El Hendra se detectó por primera vez en 1994 tras un brote en Brisbane. El virus se propaga de los zorros voladores a los caballos y luego a los humanos, y hasta ahora ha matado a cuatro personas.
- La CSIRO descubrió el año pasado que el virus había mutado y producido una nueva variante -conocida como hendra-2- que se ha instalado en zorros voladores grises y rojos. El año pasado también se encontró el virus en un caballo cerca de Newcastle, el lugar más al sur donde se ha visto.
Antivirales como el Paxlovid pueden tratar eficazmente a las personas con COVID-19, pero tardaron más de dos años en ser aprobados en Australia. El informe sostiene que hay que empezar a trabajar ya en la producción de antivirales de amplio espectro para los virus de alto riesgo.
También hay que empezar a investigar sobre las herramientas para detectar una amplia gama de enfermedades víricas. Según el informe, debe crearse una base de datos de medicamentos existentes que puedan ser reutilizados como tratamientos.
Un tema clave del informe es la necesidad de una mejor coordinación entre los gobiernos estatales y federales. El Reino Unido, por ejemplo, fue capaz de unir varios hospitales para llevar a cabo enormes y eficaces ensayos clínicos.
"Eso es casi imposible en Australia", dijo el profesor Peter Doherty, premio Nobel de inmunología. En Australia se llevan a cabo ensayos poco sistemáticos que no dan resultados. "Necesitamos un sistema mucho más nacional".
El informe es "excelente, necesario y, sin duda, cubre las lagunas de Australia", afirmó la doctora Katie Woolaston, experta en pandemias de la Universidad Tecnológica de Queensland. Pero además de mejorar la ciencia, Australia tiene que trabajar en la "prevención profunda", dijo, deteniendo el comercio de animales salvajes, el aumento de la agricultura y la crisis climática, todo lo cual está aumentando la amenaza pandémica.
El ministro de Ciencia, Ed Husic, dijo que el gobierno respondería al informe del CSIRO "a su debido tiempo".
"Ya hemos comenzado este trabajo, apoyándonos en las instalaciones de producción de vacunas de ARNm de Moderna en Melbourne. Y nos comprometemos a seguir desarrollando esta capacidad".
Fuente: smh.com.au