El hongo Candida auris es una amenaza creciente en el ámbito de la salud pública debido a su resistencia a múltiples medicamentos y su capacidad para causar infecciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Desde su identificación en 2009, este hongo ha sido responsable de brotes en hospitales y otros entornos de atención médica en varios países.
Prevenir la propagación de Candida auris es crucial para proteger a las personas vulnerables y reducir el impacto de esta peligrosa infección. En este artículo, exploraremos las medidas más efectivas para prevenir el contagio de Candida auris.
¿Qué es Candida Auris?
Candida auris es un hongo que puede causar infecciones en la sangre, heridas y oídos. Es conocido por su resistencia a varios antifúngicos comúnmente utilizados para tratar infecciones por hongos, lo que hace que sea especialmente difícil de tratar. Además, este hongo puede sobrevivir en superficies del entorno durante largos periodos, facilitando su propagación en entornos de atención médica.
Medidas de prevención en entornos de Atención Médica
Los hospitales y centros de atención médica son los lugares donde Candida auris se propaga con mayor frecuencia. Por lo tanto, es crucial implementar medidas estrictas para prevenir su transmisión.
1. Higiene de Manos
Una de las formas más efectivas de prevenir la propagación de Candida auris es mediante una higiene de manos adecuada. El personal de salud, los pacientes y los visitantes deben lavarse las manos con agua y jabón o usar desinfectantes a base de alcohol antes y después de entrar en contacto con pacientes, superficies, equipos médicos o apósitos.
2. Desinfección de Superficies
El Candida auris puede sobrevivir en superficies durante semanas, por lo que es esencial limpiar y desinfectar regularmente las superficies en hospitales y otros entornos de atención médica. Se deben utilizar productos de limpieza efectivos contra hongos, asegurándose de seguir las recomendaciones del fabricante para el tiempo de contacto adecuado.
3. Aislamiento de Pacientes Infectados
Los pacientes infectados o colonizados con Candida auris deben ser colocados en aislamiento para prevenir la propagación a otros pacientes. Es recomendable usar habitaciones individuales para estos pacientes y seguir protocolos estrictos de control de infecciones.
4. Uso de Equipos de Protección Personal (EPP)
El personal de salud debe utilizar equipos de protección personal adecuados, como guantes, batas y mascarillas, cuando atienden a pacientes infectados con Candida auris. El EPP debe ser eliminado adecuadamente después de su uso para evitar la contaminación cruzada.
Medidas de Prevención en la Comunidad
Aunque Candida auris se encuentra principalmente en entornos de atención médica, es importante que la comunidad en general tome medidas preventivas para reducir el riesgo de infección.
1. Mantener una Buena Higiene Personal
Mantener una buena higiene personal es fundamental para prevenir infecciones por Candida auris y otros patógenos. Las personas deben lavarse las manos regularmente, especialmente después de visitar hospitales o clínicas, y mantener las uñas limpias y cortas para reducir el riesgo de propagación de hongos.
2. Evitar el Uso Innecesario de Antibióticos y Antifúngicos
El uso excesivo de antibióticos y antifúngicos puede contribuir al desarrollo de resistencias, lo que hace que las infecciones como las causadas por Candida auris sean más difíciles de tratar. Es importante utilizar estos medicamentos solo cuando sean prescritos por un profesional de la salud.
3. Monitoreo y Detección Temprana
Las personas que tienen factores de riesgo, como sistemas inmunológicos debilitados, deben estar alertas a los síntomas de infección por Candida auris y buscar atención médica inmediata si sospechan una infección. Los profesionales de la salud deben estar capacitados para reconocer los signos de Candida auris y realizar pruebas de detección temprana cuando sea necesario.
El caso Colombiano
Candida auris fue el hongo que afectó la salud de Javier Acosta, un joven de 36 años, quien decidió optar por la eutanasia este viernes después de una prolongada lucha contra varias enfermedades.
Acosta, quien llevaba nueve años en silla de ruedas debido a un accidente de tránsito, relató días antes del procedimiento que pondría fin a su vida, que su situación empeoró hace cinco años cuando contrajo el hongo en una piscina durante un viaje a Melgar. Esta infección le obligó a someterse a controles y lavados periódicos, según explicó.
Prevenir el contagio de Candida auris es un desafío significativo, pero con medidas adecuadas de higiene, desinfección, aislamiento y monitoreo, es posible reducir su propagación. Tanto en los entornos de atención médica como en la comunidad, es crucial estar informados y ser proactivos en la implementación de estrategias de prevención. La colaboración entre profesionales de la salud y la población en general es esencial para enfrentar la amenaza que representa Candida auris y proteger a las personas más vulnerables.