Secretos para un metabolismo perfecto
Come comida apropiada
Una alimentación sana es la herramienta clave para balancear tu metabolismo. Si bien sabes que debes suprimir la comida chatarra o aquella elaborada con ingredientes artificiales, debes tener en cuenta que necesitas proporcionarle a tu cuerpo alimentos saludables.
- Fibra: presente en las frutas, nueces, cereales de grano y vegetales barren las toxinas de tu cuerpo y desacelera la velocidad en la que te cuerpo absorbe los azúcares de la comida.
- Grasas Omega-3: Mejoran tu metabolismo. Ingiere pescados, nueces y aceite de oliva. Limita el consumo de alimentos con Omega-6 que son súper procesados como el maíz, la soya y aceites vegetales.
- Ingiere frutas, verduras y especias, como canela o ajo, que activan tu metabolismo y regulan las hormonas que ayudan a controlar el apetito.
- Si bien sabes a cuáles comidas eres alérgica, existen aquellas a las que tu organismo no tolera y lo desconoces. Por ejemplo, uno de los alimentos más sensibles para el organismo es el gluten, presente en el trigo, avenas, cebada y en los lácteos, el cual debes testear cuán tolerante eres a este.
Haz ejercicio
Realizar actividad física va más allá de la cantidad de calorías que quemes. Los ejercicios de resistencia, de musculación y aeróbicos son excelentes aliados para mantener un buen funcionamiento del metabolismo. No importa si te gusta caminar, correr, montar bicicleta, nadar o hacer remo, cualquiera que sea, trae beneficios para tu cuerpo.
Sudar
Los pesticidas y químicos presentes en el aire, agua y la comida, circulan por nuestro cuerpo en nuestra sangre. Son toxinas que afectan a la glándula encargada de regular el metabolismo: La tiroides. La solución consiste en sudar mediante el ejercicio, saunas o baños turcos, así tu cuerpo secreta estas toxinas.
Respira
Las tensiones y el estrés diario atentan contra tu salud. A raíz de esto tu cuerpo produce cortisol, se te aumenta el apetito interfiriendo con tu proceso metabólico. Para contrarrestar estos efectos debes relajarte, respirar y practicar disciplinas que involucren al cuerpo y la mente tales como el yoga o tai chi.