Los neandertales, nuestros parientes más cercanos, habitaron diversas regiones de Eurasia hace entre 400,000 y 40,000 años. Su dieta era variada y se adaptaba a los recursos disponibles en su entorno.
Consumo de Carne
Eran cazadores experimentados que se alimentaban de animales grandes como ciervos, bisontes y mamuts. La presencia de herramientas de piedra y huesos con marcas de corte indica que la carne era un componente esencial de su alimentación.
Puede leer también | Razones para Considerar Eliminar el Gluten de tu Alimentación
Recursos Marinos
En zonas costeras, los neandertales complementaban su dieta con productos marinos. Investigaciones en una cueva cercana a Lisboa, Portugal, revelan que hace 90,000 años cocinaban y consumían mariscos, como cangrejos, lo que demuestra una dieta más diversa de lo que se pensaba anteriormente.
Consumo de Plantas
Contrario a la creencia de que eran principalmente carnívoros, estudios de residuos en dientes fósiles muestran que también consumían una variedad de plantas, incluyendo frutas, nueces y tubérculos, lo que sugiere una dieta omnívora y una adaptación flexible a diferentes entornos.
Estrategias de Alimentación
La dieta de los neandertales variaba según la disponibilidad de recursos en su entorno. En áreas boscosas, la caza de animales grandes era común, mientras que en regiones costeras, la recolección de mariscos y la pesca complementaban su alimentación. Esta adaptabilidad refleja una comprensión profunda de su ecosistema y habilidades para explotar diversos recursos alimenticios.
Implicaciones para la Salud y la Evolución
Una dieta variada y equilibrada habría proporcionado a los neandertales los nutrientes necesarios para su desarrollo y supervivencia en entornos cambiantes. La inclusión de alimentos cocinados también sugiere avances en técnicas culinarias y una cultura alimentaria más compleja de lo que se asumía previamente.
Puede leer también | Explorando una Existencia Plena Mediante una Alimentación Saludable
La dieta de los neandertales era diversa y adaptativa, incluyendo carne, plantas y recursos marinos. Esta flexibilidad alimentaria refleja su capacidad para sobrevivir en distintos hábitats y condiciones climáticas, desafiando la visión tradicional de ellos como meros carnívoros.
