Ya hay cerca de 60 personas infectadas y siete de ellas están en estado crítico, lo que ha despertado el temor del resurgimiento del SARS. La Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas ya habla de "un nuevo coronavirus de tipo SARS".
Hace unos días, el miedo a un letal fantasma del pasado visitó por sorpresa China. Varios usuarios de la red social Weibo se temieron lo peor: el SARS habría vuelto. Ese síndrome respiratorio agudo severo que hace 17 años salió de la provincia de Guangdong y que arrasó Asia. Se propagó por 37 países dejando 774 muertos y más de 8.000 infectados.
Esta vez un extraño brote de neumonía ha emergido a finales de diciembre en un mercado de pescado de la ciudad de Wuhan, en el centro del país. Al principio, imperó el silencio de las autoridades chinas. Y eso que cada día salen nuevos casos de contagio. En total, hasta hoy: 59 personas, siete de ellas en estado crítico. Lo que hizo que los rumores sobre un posible resurgimiento del SARS retumbaran de nuevo entre el pueblo chino. Y más después de que la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas, con sede en Estados Unidos, destacara que había "numerosos informes no confirmados que mencionaban un nuevo coronavirus de tipo SARS".
No fue hasta este domingo cuando la Comisión Municipal de Salud de Wuhan descartó que se tratara de aquel virus. Aunque aún no se ha podido identificar esta misteriosa cepa de neumonía que ya ha puesto en alerta a otras zonas del continente.
Porque a 920 kilómetros al sur de Wuhan, en Hong Kong, se han registrado 21 casos de personas con fiebre y problemas respiratorios en personas que acababan de regresar de Wuhan. Aunque no se ha podido confirmar que se trate del mismo virus. Las autoridades de la ex colonia británica han activado una respuesta calificada como "de nivel grave", realizando controles de temperatura a todos los viajeros que llegan de la ciudad china donde surgió la extraña neumonía.
Muchos hongkoneses han entrado en pánico por el temor a una epidemia y han acudido en masa a comprar la mascarilla que se hizo popular durante el brote de SARS en 2003. Diarios como el South China Morning Post han informado de que los suministros de estas máscaras quirúrgicas desechables se están acabando tanto en las tiendas de la localidad como en los comercios online. Y que, debido al limitado stock, los comerciantes están duplicando los precios.
"Todavía no sabemos la causa de la enfermedad o si puede propagarse entre los humanos... Parece que el Gobierno de China puede contener la enfermedad en un corto período de tiempo a través de la cuarentena", explica al Post el profesor Ivan Hung Fan-ngai, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Hong Kong.
Otros países asiáticos también han empezado a tomar medidas preventivas ante el temor a esta desconocida neumonía. En el aeropuerto de Singapur se están haciendo controles de temperatura a todos los viajeros que regresan de Wuhan. En Corea del Sur, los centros para el control y la prevención de enfermedades del país establecieron un grupo de trabajo de cuarentena y advirtieron a los visitantes de Wuhan que no toquen animales salvajes o aves de corral, ni visiten los mercados locales. Y en Vietnam, el Ministerio de Salud ordenó ayer a los centros médicos de todo el país que "reforzaran la supervisión de la propagación de la neumonía aguda ante la expansión de la enfermedad en China".
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que está monitorizando la situación en coordinación con las autoridades chinas, ha pedido prudencia ya que "hay información limitada para determinar el riesgo general de este grupo reportado de neumonía de etiología desconocida".
Pero la realidad es que dentro del gigante asiático muchos aún temen la posibilidad de que haya una epidemia nacional. Y más en estas fechas. No hay que olvidar que estamos en vísperas del Año Nuevo Chino (25 de enero) y que cientos de millones de personas se desplazaran por todo el país para reunirse con sus familias durante la festividad.