El gobierno mexicano pronosticó que habrá más violencia entre los cárteles de la droga tras la muerte de Ezequiel Cárdenas Guillén, alias "Tony Tormenta", líder del cártel del Golfo abatido el viernes, dijo este lunes Alejandro Poiré, vocero oficial en temas de seguridad nacional.
"Desde luego de corto plazo si se genera una inestabilidad al interior de las organizaciones criminales de manera muy inmediata", dijo Poiré a la cadena Televisa.
Cárdenas Guillén, fue abatido por soldados en la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas (noreste) y vecina de Brownsville (Texas), en un enfretamiento que duró más de tres horas, en el que se detonaron más de 300 granadas de fragmentación.
Poiré calificó la caída del capo de "muy significativa, es el líder de más alto nivel de una de las principales organizaciones del país y ciertamente la que tenía mayor fortaleza en el estado de Tamaulipas y noreste del país".
Las organizaciones criminales libran en México una lucha a sangre y fuego por controlar las rutas del narcotráfico y las actividades criminales del país.
Más de 28.000 personas han muerto desde diciembre de 2006 en México en las disputas entre los cárteles y las acciones para perseguirlos, según el gobierno.
Cárdenas Guillén era también buscado por el gobierno de Estados Unidos, que ofrecía cinco millones de dólares por su captura.
El narcotraficante muerto era hermano de Osiel Cárdenas Guillén, antiguo líder de la misma organización, extraditado a Estados Unidos en 2007, tras haber sido detenido en la misma ciudad de Matamoros en 2003.
El cártel del Golfo se separó a principios de este año de 'Los Zetas', con quienes desató una feroz guerra al norte del país, a la cual se atribuye el asesinato de un candidato a gobernador de Tamaulipas en junio pasado y la masacre en agosto de 72 migrantes en la misma entidad, entre otras matanzas.
Fuente: Latam