Italia registró 846 muertos por coronavirus en el último día, uno de los peores datos de la pandemia y casi el doble que el día anterior, y confirmó casi 14 000 nuevas infecciones, según el boletín de hoy del Ministerio de Sanidad. El dato de fallecimientos, muy superior a los 491 notificados ayer lunes y especialmente importante en el Véneto, con 165 desde ayer, aumenta el balance a las 65 857 víctimas mortales en todo el país desde que se desatara la crisis, a mediados de febrero.
El director general de Prevención del Ministerio de Sanidad, Gianni Rezza, lamentó en rueda de prensa estos datos "dramáticos" de fallecidos y apuntó que el fuerte repunte respecto ayer se deba "probablemente" a problemas de notificación en el sistema nacional.
En total se contagiaron 1 870 576 personas desde que se desatara la emergencia en el país, 14 844 notificadas desde ayer, una cifra que sigue demostrando la contracción de la curva epidemiológica.
De hecho la tasa de positivos respecto a os 162 000 test hechos en el último día es del 9,11 %, inferior al 11,6 % del lunes.
Sigue decreciendo la presión en los hospitales italianos. De los 667 303 pacientes con la COVID-19, la gran mayoría se encuentra aislada en sus casas, mientras que 30 345 están ingresados, 515 menos que ayer, y 3 003 requieren Cuidados Intensivos (-92).
Rezza defendió las restricciones y confinamientos impuestos en el último mes en las regiones más azotadas, como Lombardía (norte) o Campania (sur), que ahora demuestran una mejoría.
Ahora preocupa especialmente el Véneto, aún por encima de los 3 000 positivos diarios, con un alto número de muertos y con sus hospitales con una "dura situación", tal y como reconoció hoy su gobernador, Luca Zaia.
Con este escenario el Gobierno italiano estudia ya medidas más restrictivas para las fechas más importantes de la Navidad, aunque el primer ministro, Giuseppe Conte, ha descartado un confinamiento total como el alemán.