NBA 2K21 partirá de los 69,90 dólares, una tendencia que parece que seguirán los desarrolladores en la próxima generación de consolas.
Hace unos días NBA 2K21 mostró sus portadas y anunció las distintas versiones que habrá disponibles tanto para la generación actual como para la próxima. Más allá de la consagración de Zion Williamson como estrella de la liga de baloncesto, la noticia en este caso estaba en el precio de la versión que llegará a Xbox Series X y PS5: costará 69,99 dólares. Nuevos tiempos, nuevos precios.
En realidad, lo más probable -por desgracia- es que este precio se redondee al alza y llevándonos una o dos cifras en el caso del mercado europeo, donde ya hace tiempo que rondábamos la barrera de los 70 euros. Así, no sería de extrañar que nos acostumbres a pasar a esta decena en los grandes lanzamientos. Y eso solo de base; toda edición especial también lo será para el bolsillo.
El caso de 2K21 también es paradigmático por lo que supondrá para el salto generacional. Aunque lleguen versiones para Xbox One y PS4 y para sus todavía embrionarias hermanas mayores, la única opción de comprar el juego una vez y obtener copias para ambas será la edición Mamba Forever.
Estos 100 dólares de homenaje a Kobe Bryant ignoran el Smart Delivery System anunciado por Microsoft (Sony, por el momento, no ha presentado nada parecido, aunque se espera que lo haga) que permitirá comprar un juego en la generación actual y después llevarlo con nosotros a la siguiente sin pagar de nuevo por él. Otros desarrolladores como EA, o CD Projekt Red (creadores del esperado Cyberpunk 2077) sí se han sumado a la propuesta de Microsoft. Al menos, por el momento.
¿SON LOS JUEGOS MÁS CAROS?
Hace 22 años, en noviembre de 1998, lanzamientos como Medievil o Tekken III costaban entre 7.490 y 7.990 pesetas, mientras que otros como Tomb Raider III podían llegar a las 8.490 pesetas. Es decir, entre 45 y 51 euros. Las rebajadas versiones en Platinum que llegaban tiempo después rondaban las 3.000 pesetas (18 euros). La propia PlayStation salía por entre 22.990 y 26.990 pesetas, en función de los periféricos (unos 211 o 248 euros). Tirado, ¿verdad?
En realidad, si ajustamos los precios a la inflación nos encontramos con que el Tekken costaría aproximadamente 69 euros, la tercera entrega de las aventuras de Lara Croft se iría hasta cerca de los 78, el precio de un título Platinum estaría en el entorno de los 27 euros y la consola casi llegaría a los 300.
No se trata de una ciencia exacta: los 60 euros que costaba GTA V cuando salió en Xbox 360 (2013) se convierten en 61 euros de hoy en día, pero el mismo precio de Modern Warfare 2 en 2009 serían casi 70 euros de hoy. Aunque el precio nominal suba, no nos alejamos tanto del punto de partida. Otra cosa, eso sí, es que se trate de una importante barrera psicológica.