Un pequeño truco de espejos y la colaboración de servidores en la nube. Ese ese el secreto de Fujitsu para dotar a cualquiera de las cámaras disponibles actualmente en móviles y demás dispositivos de capacidad tridimensional. Las 3D estan a nuestro alcance con sólo un pequeño dispositivo que se acoplaría frente a la lente de la cámara y el envío de la imagen obtenida a un servidor remoto que procesaría el resultado devolviendo una foto en 3D.
La mezcla de hardware y software ofecería un resultado óptimo sin necesidad de cambiar nuestro equipo por otro específico con capacidades 3D.
Un pequeño accesorio se coloca sobre la lente de la cámara y en su interior un sistema de espejos permitiría que en la fotografía se recogiesen dos imágenes del mismo objeto con unos milímetros de separación. Esto permitiría que, enviando el archivo obtenido a un servidor remoto, se procesase la imagen hasta obtener una tridimensional debido al efecto estereoscópico.
No se ha revelado precio ni fecha de lanzamiento, pero tampoco parece algo demasiado complejo de implementar (ni demasiado caro) como para que pudiésemos verlo en el mercado incluso este mismo año.
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