Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Las medidas disciplinarias contra el cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo emérito de Lima (Perú), existen y siguen siendo válidas y vigentes. Así lo confirmó hoy, domingo 26 de enero, a los periodistas el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, tras las informaciones de la prensa española sobre las denuncias contra el cardenal presentadas ante la Santa Sede en 2018, referidas a abusos que Cipriani habría cometido a principios de los años ochenta. Acusaciones que dieron lugar a una serie de sanciones, entre ellas la obligación de abandonar su país de origen.
Bruni confirma en su comunicación que "tras aceptar su dimisión como arzobispo de Lima", al cardenal "se le impuso un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias". La medida en cuestión fue "firmada y aceptada" por Cipriani. "Y aunque en ocasiones puntuales se concedieron ciertos permisos para atender peticiones debidas a la edad y situación familiar del cardenal, en la actualidad, este precepto sigue vigente", subrayó el portavoz.
Comunicado del Cardenal
En una carta, Cipriani, de 81 años y actualmente residente en Madrid, califica las acusaciones de "completamente falsas". "No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1983, ni antes ni después", reza el texto, en el que el cardenal confirma la existencia de una denuncia en su contra en 2018 y el hecho de que, en 2019, sin que se abriera un proceso, fue informado por el nuncio en Perú de que la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe le había impuesto una serie de sanciones. Entre ellas, la limitación del ministerio sacerdotal, una residencia permanente fuera del país y el silencio. "Cosa que he hecho hasta ahora", escribe Cipriani. El purpurado considera "grave" el hecho de que se publiquen informaciones que parecen proceder "de documentación reservada por la Santa Sede que ni siquiera yo tengo en mi poder". Asimismo, reitera su total rechazo y repulsa hacia los abusos sexuales de menores y personas vulnerables. Concluyendo la nota, el arzobispo emérito de Lima asegura oraciones por las víctimas y afirma que no guarda "rencor al acusador" y declara su "total inocencia".
Fuente: Ciudad del Vaticano